Pinchazo de Babcock en la guerra por los helicópteros de la Xunta

El tribunal de contratación pública rechaza un recurso de Babcock contra la adjudicación de los helicópteros del 061, que lleva seis meses paralizada

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El eterno concurso para adjudicar el servicio de helicópteros del 061 para transporte sanitario urgente cruza otra meta volante. El Tribunal Administrativo de Contratación Pública (Tacgal) ha desestimado el último recurso presentado por la multinacional británica Babcock, la antigua Inaer, contra la adjudicación del contrato a su rival Habock. El Tacgal resuelve también levantar la suspensión que pesaba sobre el proceso de contratación hasta dilucidar sobre las alegaciones de Babcock.

La antigua Inaer, la gran adjudicataria de la Xunta en materia de medios aéreos y la que presta actualmente el servicio, se ha mostrado muy crítica con los criterios del organismo licitador, la Fundación Pública de Urxencias Sanitarias de Galicia-061, misma entidad que entregó el judicializado contrato de las ambulancias que derivó en la actual huelga y en la petición de resolución del contratista porque le acarrea pérdidas millonarias.

Babcock recurrió primero su exclusión del concurso y, posteriormente, la adjudicación a Habock por 9,08 millones, consiguiendo anularla en dos ocasiones. La fundación dependiente de la Consellería de Sanidade, por tanto, ha tenido que adjudicar ya en tres veces el contrato, que tiene una duración de cuatro años. La desestimación del último recurso ante el Tacgal el pasado 18 de febrero permite continuar con la adjudicación a Habock, empresa de Luis Miñano, antiguo primer espada de Inaer cuando consolidó su hegemonía en Galicia.

Seis meses de atasco en el concurso

La primera resolución para adjudicar los helicópteros del 061 a Habock data del uno de agosto del año pasado. Desde entonces, y tras dos anulaciones, Babcock ha continuado prestando el servicio y prorrogando su contrato.

En la batalla en el Tacgal, el tribunal administrativo detectó un error de la mesa a la hora de dar publicidad a los criterios fijados en los pliegos, lo que permitió a Habock presentar documentación adicional sobre la capacitación de sus pilotos a pesar de haber incumplido inicialmente las bases, como alegó Babcock en su recurso.

El Sindicato Libre de Trabajadores Aéreos, mayoritario en Babcock, también fue muy crítico con los criterios de la mesa. En un comunicado de septiembre del año pasado, consideró que los criterios de la fundación se fundamentaban en una normativa “obsoleta” y que la evaluación técnica se realizó únicamente “por personal médico, que carece de formación aeronáutica alguna”, mientras que “se prescindió, por algún motivo que se desconoce, de los asesores técnicos aeronáuticos que dispone la Xunta para tal efecto”.

 

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