Alúmina: la clave en las negociaciones entre Alcoa y Liberty

Si Liberty compra la planta de aluminio de San Cibrao se convertirá en cliente de Alcoa. Además, los gigantes tendrán que negociar cómo compartir servicios

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Liberty House, filial del conglomerado británico GFG Alliance, y Alcoa han iniciado ya las negociaciones del proceso de compraventa de la planta de aluminio primario de San Cibrao. Las negociaciones tienen un tope: el 28 de septiembre. Si en esa fecha no se ha llegado a un acuerdo, la multinacional retomará el expediente laboral que podría derivar en un ERE o un ERTE. No obstante, en la celebración este jueves de la mesa multisectoral que reunió a representantes de Xunta de Galicia, Ministerio de Industria, plantilla y empresa, el grupo americano ha indicado que los contactos ya han comenzado y que los mismos se desarrollarán en tres fases distintas. La primera, que se prolongará hasta el 28 de agosto es una suerte de tanteo, en el que ambas empresas dejarán claras sus intenciones. En la segunda fase, hasta el 11 de septiembre, el grupo del multimillonario Sanjeev Gupta evaluará la situación real de la planta, para conocer las inversiones y gastos a los que tendrá que hacer frente, por medio de una due diligence que será encargada a un auditor independiente. La tercera fase, la más complicada a priori, será en la que los dos grupos concreten el contrato de compraventa inicial. Distintas fuentes consultadas por este medio coinciden en que será fundamental para esta negociación determinar los «servicios conjuntos» que tendrán que desarrollar ambas empresas si llegan a una entente. La fábrica de Alúmina de San Cibrao, que Alcoa no ha querido incluir en el proceso de venta, jugará un papel fundamental.

Concesiones y servicios compartidos

«Hay que pensar que el complejo de Alcoa en Cervo, si se produce la venta, pasará de estar operado por una empresa a estar gestionado por dos«, explican fuentes sindicales a Economía Digital. La planta de aluminio primario de Alcoa se nutre de la alúmina que se fabrica en la otra planta del grupo en A Mariña. Liberty House nunca escondió su interés por hacerse con las dos factorías, si bien Alcoa rechazó de plano la venta de esta compañía que, durante años, ha sido mucho más rentable en cuanto a resultados que la planta ahora en venta. Otro factor se suma a la ecuación y es que este activo no es por completo propiedad de Alcoa: el 40% está en manos de su socia australiana, Alumina Limited.

Semanas atrás, cuando Liberty presentó su plan industrial tanto a la Xunta de Galicia como a los sindicatos indicó que, de no poder hacerse con la factoría de Alúmina, esperaba poder llegar a un acuerdo de suministro a largo plazo con Alcoa que, ahora, se prevé uno de los puntos clave para que las negociaciones de compraventa lleguen a buen puerto. Al término de la reunión de este jueves, el presidente del comité de empresa, José Antonio Zan, indicó que las dos empresas deben negociar «tanto las concesiones como los servicios compartidos, además de la venta de la alúmina».

Aún sin cifras en la mesa

Aunque las conversiones ya han comenzado entre Liberty House y Alcoa por el momento, según las partes consultadas, no hay cifras sobre la mesa. Eso vendrá en la tercera fase de la negociación, una vez se conozca los resultados de la auditoría encargada por Liberty y que analizará las necesidades de una planta que, según la multinacional americana, genera unas pérdidas de cerca de un millón de euros semanales a causa de su factura eléctrica. 

Es por eso que este jueves, la Xunta de Galicia volvió a insistir en que, para garantizar la buena marcha de las negociaciones, el Gobierno central debe dar un paso al frente y aprobar tanto el prometido Estatuto para el consumidor electrointentivo, llamado a reducir la tarifa energética de San Cibrao, como elevar las compensaciones por costes indirectos de CO². Y es que en todo este proceso existe otra derivada más. 

Liberty necesita el estatuto eléctrico

El plan industrial que Liberty transmitió al Gobierno gallego y a los trabajadores, pasa, a grandes trazos por buscar una solución energética propia para la planta. Los de Gupta, al igual que ya estan haciendo en otras localizaciones, como Australia, apuestan por el hidrógeno verde como solución energética. Su intención es la de, a corto plazo, rebajar la factura de Alcoa con la creación de una planta de cogeneración. Posteriormente, y posiblemente usando el gasoducto de A Mariña, su intención sería la de hacer llegar a la planta energía que procedería de una planta de hidrógeno verde, que construiría anexa a un parque de energía renovable, necesario para proveerla.

No obstante, y según explican fuentes conocedoras de las negociaciones, Liberty dejó claro en su exposición que, mientras que estos activos no son una realidad, necesita alguna garantía para poder minimizar su factura. En definitiva, también la compañía inglesa precisa del estatuto eléctrico o alguna medida similar. En sus últimas declaraciones al respecto, la ministra de Industria, Reyes Maroto, indicó que el texto estaría listo este septiembre (si bien también se anunció que entraría en vigor en el primer trimestre del año, una previsión que quedó trastocada por el impacto del Covid-19).

Alcoa eleva la presión

Por el momento, Alcoa ha expuesto dos factores que, a priori, elevan la presión sobre Liberty de cara a las negociaciones. El primero, que va a negociar con los británicos en exclusiva y con las fases que, dicen, ellos han marcado. La segunda, que las negociaciones llegarán a buen término siempre que el proceso de venta «se base en términos comerciales razonables».

La Xunta de Galicia, a través de la Consellería de Industria de Francisco Conde, manifestó este jueves su voluntad de colaborar con Liberty en la tramitación administrativa y el asesoramiento técnico que precisa para sacar adelante los «proyectos definitivos» que se incluyan en su plan industrial. Estos, explican, podrían optar a las ayudas europeas contenidas dentro de los Fondos de Recuperación post pandemia. En todo caso, aunque son las comunidades autónomas las que recomiendan estos proyectos, es el Gobierno central el encargado de presentarlos ante Europa. 

Con todos estos mimbres, el proceso de compra-venta de Alcoa San Cibrao parece que no ha hecho más que comenzar.

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