Agujero de 4.000 millones en el banco que anunciaba Cristiano Ronaldo

Una auditoría aflora pérdidas por valor de 4.042 millones de euros entre los años 2000 y 2018 en Novo Banco, entidad participada por el Gobierno luso

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El agujero de Novo Banco (heredero de Banco Espírito Santo) va a más. La última auditoría realizada a la entidad lusa ha aflorado pérdidas por valor de 4.042 millones de euros como consecuencia de créditos fallidos y actividades con subsidiarias que Novo Banco ha heredado de Banco Espírito Santo, que en su día contaba con el futbolista Cristiano Ronaldo como reclamo publicitario en sus anuncios.

La auditoría ha sido remitida por parte del Gobierno portugués tanto a la Fiscalía General como a la Asamblea de la República, al Banco Central Europeo, al Banco de Portugal y al Fondo de Resolución, entre otras entidades, para analizar la situación de esta entidad que el pasado mes de mayo se convirtió en objeto de nuevas críticas tras recibir una inyección de capital de 1.035 millones de euros, de los que 850 millones se correspondían a un préstamo del Estado.

El primer ministro de Portugal, António Costa, llegó a asegurar en el Parlamento que no se realizaría dicha inyección hasta tener los resultados del informe, sin saber que el pago se había ejecutado un día antes con autorización del Ministerio de Finanzas, cuyo titular era entonces Mário Centeno, que dejó dicho cargo y el de presidente del Eurogrupo a principios de junio pasado.

Participada por el Gobierno luso

La delicada situación de la entidad, participada al 25% por el Estado y al 75% por el fondo Lone Star, ya ha obligado a inyectar 3.000 millones de euros en inyecciones de capital en los últimos años, que se han canalizado a través del llamado mecanismo de capital contingente, un instrumento que se activa para hacer frente a las pérdidas derivadas de los activos problemáticos heredados del Banco Espírito Santo.

El banco cerró el primer semestre del año con unas pérdidas por valor de 555,3 millones de euros (un 38,8% superiores a las sufridas en el mismo periodo del año anterior), penalizada por el impacto de la pandemia y una evaluación independiente de su exposición a fondos de reestructuración.

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