Novo Banco pide rescate al Gobierno portugués en plena ola de compras

La entidad lusa pedirá ayudas adicionales al Gobierno de António Costa por el golpe que el Covid-19 tendrá en sus cuentas y alimenta los rumores de compra

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La crisis por el coronavirus reabre las cicatrices de Novo Banco. Su presidente ejecutivo, António Ramalho, ha revelado este lunes que la entidad necesitará ayudas adicionales para hacer frente al impacto que el Covid-19 tendrá en sus cuentas.

Se trata de una aportación adicional a los 1.037 millones de euros (850 millones, procedentes del Gobierno portugués) que ya percibió este mes de mayo, algo que Ramalho justifica por el «deterioro de la situación económica» anticipa que el banco tendrá «necesidades de capital ligeramente complementarias», según declaró en una entrevista con el diario Jornal de Negócio y la emisora Antena 1 en la que rehusó adelantar cualquier cifra.

Tambores de compra

La entidad ha emitido un comunicado en el que aclara que cualquier «eventual nueva llamada de capital referente a las necesidad de 2020» se realizaría en 2021, «tras la aprobación de las cuentas auditadas» y otros requisitos.

El movimiento se produce después de que la entidad, participada al 25% por el Estado y al 75% por el fondo Lone Star, anunciase pérdidas por valor de 1.059 millones de euros, lo que ha alimentado los rumores sobre sus dificultades para salir adelante en solitario hasta el punto de que ha sido puesto en la diana para futuras compras por parte de la banca mediana.

Novo Banco nació en agosto de 2014 tras la quiebra de Banco Espírito Santo y fue recapitalizado entonces con 4.900 millones de euros. La entidad llevó a cabo un expediente de regulación de empleo (ERE) entre 50 trabajadores en España (una quinta parte de su plantilla) y cerró siete de sus oficinas en España, una de ellas, la de A Coruña. 

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