El Supremo deja a Gadisa sin los 10 millones que invirtió en Novagalicia

La Sala rechaza los recursos de casación y de infracción procesal de la familia Tojeiro contra la operación del FROB que liquidó sus 10 millones de inversión

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El Tribunal Supremo ha rechazado la admisión a trámite de los dos recursos presentados por Gadisa, el grupo que controla los supermercados Gadis, en su cruzada judicial para recuperar su inversión en Novagalicia. La familia Tojeiro fue uno de los inversores que salieron al rescate del banco heredero de Caixa Galicia y Caixanova y que se vieron atrapados en la operación acordeón que aplicó el FROB en el rescate de la entidad, perdiendo el dinero invertido. En el caso de Gadisa son 10 millones, pero en esa terna están también Inveravante, Copasa, Coren o Hierros Añón, entre otros.

Los Tojeiro llevaron al Supremo el litigio después de que la Audiencia Provincial de A Coruña absolviera en 2015 al fondo público de rescate y a la entidad financiera resolviendo que no hubo dolo ni mala fe en sus actuaciones, que los empresarios perdieron su dinero por la crisis y no por una ocultación del estado financiero real de Novagalicia en el momento de la inversión. Gadisa presentó tanto un recurso de casación como otro de infracción procesal. El Supremo, en un fallo del 21 de febrero de este año, no ha admitido ninguno de los dos.

Los Tojeiro se sintieron engañados

Y eso que el equipo jurídico de los Tojeiro se esmeró, presentando hasta siete motivos en el recurso de infracción procesal y seis más en el de casación, cada uno de ellos rechazado por la Sala, incluido el peritaje que había presentado Gadisa y que la Audiencia Provincial consideró “de una parcialidad evidente”. La inadmisión de los recursos convierte en firme la sentencia de la Audiencia Provincial de A Coruña, que absolvía al FROB y dejaba a la compañía sin sus 10 millones, factura a la que debe sumar también las costas.

El argumento central de Gadisa en la petición de anulación del contrato de compraventa de acciones se fundamentaba en haber recibido una información irreal sobre el estado contable de la entidad financiera. Explica, en este sentido, que tanto Novagalicia, como el FROB y el Banco de España sabían de la necesidad de “realizar un importante ajuste contable con carácter retroactivo en las cuentas del año 2010 que afectaba de manera importante a la valoración de la entidad” antes de que se rubricase la compra de acciones por parte de la compañía. Dice Gadisa que tampoco se le informó del deterioro de activos ni se cumplió la prometida entrada de nuevos inversores institucionales.

Todos pendientes del Supremo

Bien por José María Castellano, bien por las actuaciones posteriores del FROB y del Gobierno central, los inversores gallegos que inyectaron casi 70 millones en Novagalicia se sintieron engañados. Todos acudieron a los tribunales y todos están perdiendo los juicios en un duro castigo para la mayoría, que accedieron a la operación más con vocación de capitalizar una entidad estructural para la economía gallega que de sacar réditos con movimientos especulativos. Al menos, eso han defendido durante los litigios.

En el caso de Gadisa, llegó a ganar la batalla contra el fondo público de rescate en primera instancia, al igual que la Inveravante de Manuel Jove, Metalships o el dueño de La Voz de Galicia, Santiago Rey-Fernánez Latorre. La Audiencia Provincial primero, y ahora el Supremo, les están quitando la razón. El resto de empresarios también han recurrido ante este tribunal las sentencias desfavorables de la Audiencia. 

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