Los Tojeiro dan un vuelco a su división maderera

El grupo que tiene como cabecera a Gadisa agrupa tres de sus cuatro plantas tras acometer millonarias inversiones para reflotar el negocio

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Las madereras de Gadisa no fueron ajenas a las dificultades que atravesó el sector durante la etapa de recesión económica y el parón del mercado inmobiliario. Los Tojeiro lidiaron entonces con importantes pérdidas en la división y se vieron obligados a inyectar cuantías millonarias para sostener las cuatro plantas que despliegan en la provincia de A Coruña. La última de estas inyecciones, 8,1 millones en Unión de Empresas Madereras (Unemsa), con factoría en Coristanco, a través de una operación acordeón a finales de 2016.

El plan para dar vuelo al negocio maderero diseñado en una etapa en la que incluso Finsa, el primer grupo gallego del sector, lo pasó mal, incluyó una renovación de las fábricas para mejorar su equipamiento técnico y tecnológico así como para aumentar su capacidad de producción. Unos 25 millones destinaron los dueños de los supermercados Gadis a relanzar su actividad vinculada al sector forestal.

Reestructuración

Estos cambios continúan ahora mediante una reordenación societaria que incluye el traspaso de dos plantas a Intasa, la firma con sede en San Sadurniño. La empresa que preside Roberto Tojeiro Peleteiro ha absorbido a otras dos sociedades que forman parte de la misma rama industrial de Gadisa, Galparquet y Rechapados del Eume, con planta en As Pontes y disueltas como consecuencia de la fusión.

La tríada de empresas, junto con Unemsa, se dedica a la fabricación de tablero aglomerado enfocado a la construcción y a la producción de muebles, constituyendo una de las patas del negocio industrial de Gadisa, grupo que supera los mil millones de facturación. A la distribución alimentaria, el área que popularizó a los Tojeiro a través de Gadis, se suma el 51% que manejan de Reganosa, la regasificadora de Mugardos.

El negocio vuelve a la rentabilidad

El negocio maderero orbita ahora sobre Intasa y Unemsa. La primera suma ya dos ejercicios en positivo, con ganancias de 6,2 millones en 2016 y de 4,6 millones en 2015. A Unemsa le ocurre lo contrario, con pérdidas próximas a los dos millones en ambos cursos.

Sin embargo, ya en 2016 la división, tomando los datos en conjunto, aportó beneficios al grupo superiores a los 3 millones, según trasladó la propia Gadisa, y con perspectivas optimistas, pues los Tojeiro preveían que la facturación fuese al alza. En el último ejercicio cerrado, el volumen de negocio acarició los 100 millones de euros, con Unemsa facturando cerca de 30 millones e Intasa 66,8 millones. Las cuatro plantas sostienen más de 300 empleos directos en A Coruña. 

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