El FROB reserva 150 millones para cubrir ‘pufos’ de las cajas gallegas

El fondo público mantiene una provisión de 151 millones para cubrir a Juan Carlos Escotet de los posibles quebrantos derivados de la gestión de las cajas

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El FROB mantiene 151 millones de provisión para atender a posibles quebrantos derivados de la gestión de Caixanova y Caixa Galicia. El fondo de rescate bancario reserva esa partida por las garantías que ofreció a Banesco, el holding de Juan Carlos Escotet, cuando compró Novagalicia, para posteriormente transformarla en la actual Abanca.

Aunque la entidad está saneada financieramente, los posibles litigios derivados de la gestión anterior obligan al FROB a mantener una elevada dotación para afrontar posibles quebrantos. El año pasado, según declara en su memoria de ejercicio, destinó 13 millones a compensar a Abanca en base a estas garantías.

Libera 56 millones en provisiones

Pasados seis años desde la venta, las provisiones a corto plazo son de 113 millones y el resto a largo plazo. Se han reducido respecto a 2017, cuando alcanzaban los 205,3 millones, debido al pago anteriormente mencionado y la liberación de una provisión de 56,5 millones que ya no se consideran en riesgo. Podrían estar relacionados con los juicios que ha ganado el fondo de rescate a los inversores gallegos que perdieron su dinero cuando aplicó la operación acordeón y que habían llevado sin éxito al FROB hasta el Supremo.

La dotación inicial del fondo de rescate tras la venta a Banesco ascendía a 247 millones, por lo que se han liberado o pagado menos de 100 millones desde entonces, cuando estaban pendientes de regularizar los procesos derivados de la colocación de participaciones preferentes y obligaciones subordinadas y las cláusulas abusivas de las hipotecas.

El FROB ya no ve riesgos vinculados a Banco Gallego

En cuanto a Banco Gallego, el FROB ha recuperado 95 millones que mantenía dotados como provisión y que en 2018 liberó, una vez superado el proceso judicial emprendido por los antiguos accionistas.

El fondo de rescate cerró su último ejercicio con 905 millones en pérdidas, un 5% menos que en 2017. Los números rojos están relacionados, explica la entidad, con “los deterioros registrados por la valoración contable de sus participadas”.

Los activos del FROB ascienden a 10.936 millones, vinculados a su participación en BFA y en Sareb. A cierre de ejercicio se encontraba en situación de quiebra técnica, con un patrimonio neto negativo de 469 millones.

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