Apollo se cansa de EVO: nueve ampliaciones de capital en tres años

Desde el nombramiento de Enrique Tellado como consejero delegado, en 2014, el fondo norteamericano ha inyectado más de 230 millones en EVO Banco

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Banca inteligente, sí. Y también cara para sus accionistas. Al menos, si se repara en todas las ampliaciones de capital que ha tenido que afrontar el fondo norteamericano Apollo para mantener con vida el proyecto de EVO Banco, la banca inteligente, como presumen en sus acciones comerciales. Desde el desembarco efectivo de Apollo en EVO, en abril de 2014, tras su adquisición a la entonces Novacaixagalicia (hoy Abanca), nueve han sido las ampliaciones de capital que ha activado la entidad que dirige Enrique Tellado.

Nueve ampliaciones en tres años, hasta contar con un capital social de 254,3 millones de euros. La última, anotada en el Registro Mercantil de Madrid el pasado mes de mayo, por importe de 11,3 millones. Cuando se completa la compra de EVO, con el traspaso del 100% de su capital por unos 60 millones de euros, Apollo activa tres movimientos en uno: nombra a Tellado consejero delegado, traspasa el control del banco a una filial radicada en Luxemburgo (Smart Holdco SARL) y realiza una primera ampliación de capital, por 11,7 millones, hasta resultar un capital de 29,7 millones.

Más operaciones

Ese mismo año, en septiembre de 2014, se realizaron otras dos, por 28 y 40 millones cada una, hasta resultar un capital suscrito de 98,7 millones. Meses después, en enero de 2015, otros 75,6 millones de ampliación hasta sumar un resultante de 174,3 millones. Por poco tiempo. Tres meses después, otros 17 millones. Lo cierto es que, además de la compra de la propia entidad, las inyecciones también fueron destinadas a la expansión de EVO de la mano de Tellado, sobre todo los primeros años.

En sus primeros años de vida, EVO creció. Formalizó la adquisición de AvantCard, compañía especializada en la gestión de tarjetas y préstamos personales.  Y también adquirió Fracciona, dedicada a la financiación de créditos al consumo. El banco perdía dinero, pero también crecía, con un nuevo modelo que a la postre ha terminado por no lograr su consolidación en el mercado español, con los cierres de oficinas planteados.

Por poner un ejemplo, en 2015, a las dos ampliaciones de capital mencionadas se sumaron otras dos, en agosto y octubre, hasta alcanzar los 199,9 millones. Faltarían otras dos más, en enero de 2016 y en mayo de 2017, por 43 y 11,3 millones, hasta alcanzar los 254,3 millones que declara ahora el banco en los registros de la AEB.

Caros beneficios

EVO entró en beneficios en 2016, tras acumular unas pérdidas en los dos años previos de unos 112 millones de euros. En esos registros de la AEB, la entidad dirigida por Enrique Tellado presenta hasta junio de este año un resultado de explotación también positivo, de 10,9 millones de euros, y un beneficio neto de 10,7 millones. Su margen bruto se sitúa en 96,8 millones.

El cansancio de Apollo con EVO tiene números: el banco está inmerso en un fuerte proceso de reestructuración, con expediente de regulación incluido, que afectará a entre 260 y 270 empleados, lo que supone entre el 56% y el 60% de su plantilla. El plan también implica el cierre de unas 39 oficinas, casi el 90% del total de su red. La banca inteligente se pasa a la red.

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