La herencia maldita de Ríos Seoane

Los herederos del controvertido empresario fallecido en Buenos Aires vacían dos sociedades patrimoniales tras la liquidación y subasta de Viriato

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La lenta agonía en los negocios de Francisco Ríos Seoane se prolonga más allá de su muerte. Ha sido el caso de Viriato, primero en suspensión de pagos y después en liquidación con subasta de activos y marca, firmada por vía judicial a finales del año pasado. Los herederos del controvertido empresario afincado y fallecido en Buenos Aires, sus hijos Alejandro y Fernando Ríos Freijo, apuran ahora operaciones de reducción de capital de las dos sociedades patrimoniales que eran referencia del grupo para sus negocios en España. Y las dos tienen su centro de gravedad en Galicia.

Francisco Ríos Seoane, nacido en Ordes y referente del lado oscuro del éxito de la emigración gallega en Argentina, fue quizá el empresario más controvertido de cuantos hayan pasado por la malograda Federación de Empresarios Gallegos en el Exterior (Fegaex), organización de corta y tortuosa vida en la etapa de Manuel Fraga en la Xunta. La muerte del empresario, en septiembre de 2015, pasó tan desapercibida en Galicia como a buen seguro lo hizo también en los pasillos del centro psiquiátrico en el que pasó sus últimos años.

El final

Tras la liquidación y subasta de Viriato, los dos administradores solidarios del grupo, sus hijos Alejandro y Fernando, apuran ahora los días para sanear el entramado familiar con operaciones de reducción de capital sustanciales en dos de las sociedades patrimoniales. Se trata de Alameda de Órdenes y Cestaños, pivotes inversores de Ríos Seoane en la década de los noventa, y que en los últimos años han tenido diferentes sedes, siempre en Santiago.

Cestaños SA ha acometido una reducción de capital por importe de 3,6 millones de euros, hasta quedar su capital social en 1,1 millones de euros. En el caso de Alameda de Órdenes SL, la reducción ha sido de 1,6 millones, quedando su capital social en apenas 3.000 euros. En total, 5,2 millones menos de capital entre ambas firmas. Suena a retirada ordenada de sus negocios en España, que se extienden por otras empresas.

Fútbol y jueces

Ríos Seoane, que llegó a ser presidente del Club Deportivo Español de Buenos Aires, formaba parte hasta su muerte del entramado de empresas en España que hoy gestionan sus dos hijos, que controlaban Viriato precisamente a través de las firmas Cestaños SA y Alameda de Órdenes SL. 

Ríos Seoane fue presidente del Deportivo Español durante 18 años, de 1978 a 1996. Las dificultades económicas que terminaron llevando al club a la quiebra y al cierre, en 2000. Pero su periplo en la institución se saldó con varias causas por estafa y administración fraudulenta. También llegó a estar procesado por la muerte de un socio opositor en el club, que fue quemado vivo. Por este hecho, en 1995, Ríos Seoane llegó a estar detenido y permaneció unos tres meses en prisión, aunque la causa fue finalmente archivada.

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