Oubiña se pasa del narcotráfico a la venta ambulante de libros y camisetas

El narco gallego reaparece firmando ejemplares de su libro y vendiendo camisetas promocionales de su persona en el mercado de Padrón

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Laureano Oubiña da que hablar allá donde va. El narco gallego, que cumplió condena por tráfico de drogas y blanqueo de capitales, ha vuelto a generar revuelo con su presencia, esta vez en el mercado municipal de Padrón. La vuelta al mercadeo, esta vez de un libro autobiográfico titulado ‘Toda la verdad’ y de camisetas en las que se hacía autobombo, ha suscitado las críticas de la oposición, que no ha tardado en pedir explicaciones al Gobierno local –formado por PP y Partido Galeguista Demócrata (PDG)– de si tenían conocimiento de la actividad que iba a desarrollar en este municipio coruñés.

En un escrito, el BNG de Padrón pregunta por si el puesto que ocupaba Oubiña este domingo «cumplía con todos los requisitos legales» necesarios, al tiempo que pide su opinión al Gobierno municipal sobre «qué les parece que el mercado de Padrón sirva como escaparate para promocionar a una persona condenada por el tráfico de hachís y el blanqueo de capitales«.

Y es que para el BNG, la presencia de Oubiña en el mercadillo municipal «no parece la mejor propaganda para el evento semanal, ni lo más ejemplar», ya que «va en contra de las políticas y de las campañas que está haciendo para promocionar una vida sana». «No es un ejemplo nada bueno para los niños, ni para la ciudadanía, ni para Padrón», afirma uno de los ediles nacionalistas.

Precedente en Cambados

A Oubiña le está costando más trabajo que a nadie promocionar su obra. De hecho, a principios de mes, coincidiendo con la Festa do Albariño de Cambados, el narco reconvertido en escritor vio como la Policía Local le obligaba a levantar el puesto de venta ambulante de libros y camisetas que había levantado en el entorno de la Casa do Mar.

En este caso, había recurrido a una tercera persona para solicitar el permiso, que fue derogado por decreto municipal ante el riesgo que suponía la venta de estos productos para la imagen de la localidad pontevedresa.

El desmontaje del puesto, que no se produjo hasta el segundo requerimiento, no estuvo exento de momentos de tensión entre el propio Oubiña y los agentes de la Policía Local. El escritor novel perdió parte de las ventas que podría haber conseguido de permanecer en el lugar. Eso sí, el Concello deberá devolver los 200 euros que abonó de tasa por el puesto.

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