La reapertura de una mina de wolframio atrapa a Ángel Tahoces

El director xeral de Enerxía e Minas, Ángel Bernardo Tahoces, citado en un juzgado como investigado por prevaricación ambiental, a petición de Fiscalía

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Lío en la galería. El director xeral de Enerxía e Minas, Ángel Bernardo Tahoces, tendrá que comparecer como investigado por un supuesto delito de prevaricación ambiental el próximo 2 de mayo en los juzgados Noia, en relación con la reapertura de la mina de San Finx, en Lousame, a raíz de una petición de la Fiscalía.

Fuentes de la Consellería de Industria informan de que llegó esta notificación para que Tahoces acuda a declarar, al tiempo que este departamento dice «respetar» el trabajo de la justicia y se ofrece a «colaborar». La mina de San Finx estaba dedicada al wolframio, y durante años fue uno de los enclaves de la fiebre del wolfram tras la Guerra Civil. Fue clausurada en los ochenta, y posteriormente la sociedad Incremento Grupo Inversor, ahora en liquidación, se hizo con los derechos mineros del enclave de Lousame.

La Fiscalía de Medio Ambiente impulsa este procedimiento que lleva un juzgado de Noia, en el que es acusación particular la asociación ecologista Verdegaia.

Causa compleja

Fuentes próximas al caso explican que esta es una causa «muy compleja técnicamente», con intervención del Seprona y diversas periciales sobre contaminación, en la que se investigan supuestas irregularidades en la exoneración de requisitos y autorizaciones de la Xunta desde hace una década.

De hecho, en el pasado la Plataforma en Defensa do Mar (Plademar) de Muros-Noia mostró su preocupación por las «ilegalidades cometidas» por la mina de San Finx y su influencia en la calidad de las aguas. Asimismo, sobre la mina de San Finx, en 2018 la ONU admitió a trámite una queja por «obstaculización» de la Xunta al acceso a la información en proyectos mineros.

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