El Monte Neme como metáfora de la ‘minería insostenible’

Salvemos Cabana denuncia que seis años después del vertido, la Xunta sigue sin garantizar la seguridad en el Monte Neme

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El Hospital de A Coruña emitió el pasado viernes un comunicado alertando del riesgo de bañarse en las aguas tóxicas del Monte Neme, enclave de una antigua explotación minera de la empresa Leitosa que dejó tras de sí una balsa de residuos que fascina a los instagrammers. Los problemas de salud que sufrieron varias personas al entrar en contacto con las aguas, que incluso llegaron a colarse por error en la publicidad de la Consellería de Turismo, muestra los problemas de seguridad que arrastra el complejo minero.

Así lo considera la plataforma ecologista Salvemos Cabana, que en un comunicado denunció los riesgos para la salud pública que implica la falta de control administrativo en la cima del Monte Neme. El colectivo indica que es una buena muestra de la falacia de la minería sostenible que defiende la Xunta, que “sigue sin poner una solución efectiva a un problema que puede terminar provocando graves consecuencias”.

“Resulta chocante la reiterada apelación por parte del actual Gobierno de la Xunta y la Cámara Oficial Minera de Galicia a conceptos como la minería sostenible y la minería responsable mientras en la cumbre del Monte Neme, en parte desaparecida por la actividad extractiva primero de wolframio y luego de áridos, la situación se torna dramática en algunos puntos por la inexistencia de perímetro de seguridad tanto en balsas como en taludes, que en algunos casos caen a pico decenas de metros”, dice Salvemos Cabana.

La fallida restauración del Monte Neme

La plataforma lleva tiempo alertando sobre la falta de seguridad en la zona. En 2015, el colectivo documentó las medidas de seguridad implementadas por el Gobierno gallego y que, básicamente, consistían en dos carteles de peligro y una barrera de piedras para impedir el paso a los taludes.

“Seis años después del accidente que provocó un vertido de más de 24.000 metros cúbicos de agua y lodos sobre las parroquias de Razo da Costa (Carballo) y Aviño (Malpica), la Dirección Xeral de Enerxía e Minas dirigida por Ángel Bernardo Tahoces sigue sin poner una solución efectiva a un problema que puede terminar provocando graves consecuencias”, asegura la entidad.

Salvemos Cabana pide el drenaje y sellado de las balsas mineras ante el riesgo potencial de accidentes y la toxicidad demostrada del agua de las balsas, que en algunos casos Augas de Galicia identificó como problemáticas por su nivel de acidez y la alarmante presencia de elementos como el aluminio.

Incumplimientos normativos

Además, la plataforma considera que en el Monte Neme se ha incumplido la legislación aplicable. La Ley de Ordenación de la Minería de Galicia, estipula que corresponde a la Xunta verificar el cumplimiento de la normativa en cualquier tipo de actividad minera y que los funcionarios establecidos para tal fin podrán practicar «todas las diligencias y requerir la información y documentación necesarias para comprobar que se cumplen las disposiciones legales y reglamentarias».

Asimismo, se recoge en los capítulos II y III un régimen sancionador que establece competencias, procedimientos y en su caso, toma de «cuantas medidas cautelares resulten necesarias» por la vía de urgencia, lo que incluye tanto medidas de seguridad o control «que impidan la continuidad en la producción del daño».

La Directiva 2006/21/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre la gestión de los residuos de las industrias extractivas establece medidas, procedimientos y orientaciones para prevenir o reducir en la medida de lo posible los efectos adversos sobre el medio ambiente, la biodiversidad y los riesgos para la salud humana, señalando de manera taxativa que «es necesario que los Estados miembros garanticen  que las autoridades competentes organicen un sistema eficaz de inspecciones o medidas de control equivalentes respecto a las instalaciones de residuos de las industrias extractivas», algo que en el Monte Neme, señala Salvemos Cabana, “ni se tuvo en cuenta históricamente durante sus distintas épocas de explotación, ni se está teniendo en cuenta en medio de la actual fase de abandono con un plan de restauración claramente incompleto que no termina de llevarse a cabo”.

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