Los líos de Telxius, la gran apuesta de Amancio Ortega (al margen del ladrillo)

Telxius, última inversión de Pontegadea, afronta multimillonarios litigios en Brasil por el pago del impuesto que grava los servicios de telecomunicaciones

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La operación de entrada de Pontegadea en Telxius, con la adquisición de un 9,9% de su capital por parte del grupo de Amancio Ortega, tiene un claro sesgo financiero, con vocación de permanencia en la filial de Telefónica que opera sus infraestructuras de cables y torres. Pero la gran inversión de Ortega al margen del ladrillo que supone Telxius también conlleva hacerse con algún que otro quebradero de cabeza, que tiene en vilo a la cúpula de la filial de Telefónica. Brasil es el epicentro de los líos.

Como inversión, Telxius ofrece una gran ventaja para Pontegadea: las empresas del grupo Telefónica representaron el año pasado el 61,5% del total de sus ventas. Es decir, es un negocio casi cautivo, del que el cable se lleva la mayor parte, con otro 57% del total de ventas si se analiza su facturación por segmentos. Sin embargo, es la internacionalización de Telxius la que abre vías de agua, y en forma de litigios multimillonarios.

Telxius acumula líos en Brasil

Los propios directivos de Telxius señalan en la memoria de la compañía, correspondiente a 2017, que en Brasil tienen varios frentes abiertos, por importes multimillonarios, en estados como Río de Janeiro, Bahía o Sao Paulo. Y todos, a cuenta del impuesto indirecto que grava los servicios de telecomunicaciones.

El grupo considera «especialmente relevantes» tres procesos de impugnación que tiene abiertos en Brasil en relación con el impuesto indirecto que grava los servicios de telecomunicaciones entre los ejercicios 2008 a 2013. En ellos, la Hacienda pública del estado de Rio de Janeiro exige el pago del mencionado impuesto sobre ingresos asociados a la cesión de medios de red a diversas empresas.  Las alegaciones de Telxius se fundamentan en que la compañía actúa de acuerdo a la normativa vigente en la materia, «la cual atribuye la responsabilidad del pago de este impuesto al cesionario, es decir, a quien recibe los servicios de red y no a la compañía», aseguran en la memoria.

Una de cal y otra de arena para la filial de Telefónica

Del primer litigio, cuyo importe asciende a 12,5 millones de euros (incluyendo intereses y sanciones), Telxius ha salido indemne. Sin embargo, tiene abierto un proceso, cuyo importe alcanzaba los 7,2 millones al 31 de diciembre de 2017, que se ha saldado con un primer revés, ya que el tribunal administrativo ha fallado en contra de la compañía. Telxius ha procedido a recurrir en vía judicial.

Otro proceso similar, cuyo importe asciende a 4,3 millones, sigue pendiente de resolución en vía administrativa. Con el estado de Bahía Telxius tiene un conflicto similar por valor de otros 1,9 millones, «en el que se discute un crédito fiscal tomado por la compañía procedente de adquisiciones de activo inmovilizado en el período de junio hasta diciembre de 2000», explica en su memoria.

Telxius no provisiona

El pasado mes de diciembre de 2017 llegó el último disgusto: se notificó a la compañía la apertura de un proceso administrativo en relación al mencionado impuesto en el que la hacienda pública del estado de Sao Paulo exige el pago de la tasa sobre ingresos asociados a la cesión de medios de red a diversas empresas. El importe reclamado en este caso asciende a 12,7 millones de euros.

Sorprendentemente, Telxius  no ha realizado provisión alguna por estos litigios. Su explicación es sencilla: existe, a juicio de sus asesores fiscales, más del 50% de probabilidades de obtener una resolución favorable a los intereses del grupo.

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