El récord de Cimpor en Galicia: mil millones de capital

Pocas empresas convencionales pueden presumir de contar con un capital social de mil millones de euros íntegramente desembolsado. Es más, se trata de una auténtica anomalía en un país como España, en el que bastan 3.000 euros para constituir una sociedad limitada. Pero en el mundo de las multinacionales todo es más relativo. Un buen ejemplo es Cimpor, filial del gigante brasileño Camargo Correa, a través de su subsidiaria Intercement.

El grupo cementero brasileño, que controla en España un holding con sede social en Vigo, ha conformado una plataforma inversora multinacional con sede en la calle Colón. Lo ha hecho discretamente, pero con pasos firmes en su apuesta gallega.

El caso de Cimpor Trading

Tal es así que Cimpor Trading e Inversiones SA, la filial gallega del grupo, que viene a ser una sociedad de cartera, de tenencia de participaciones en otras empresas, cuenta ya con un capital social desembolsado de mil millones de euros. Los gestores de la sociedad acaban de inscribir en el Registro Mercantil de Pontevedra una nueva operación, con una ampliación de capital de 355 millones de euros, hasta alcanzar el resultante suscrito de esos mil millones.  

El alcance del capital de Cimpor Trading e Inversiones SA, sin contar sus reservas, es decir, sin tener en cuenta el total de sus recursos propios, resulta paradigmático y muy infrecuente para una empresa domiciliada en Galicia. Por poner un ejemplo, Inditex, el gigante textil con una capitalización bursátil de 75.600 millones de euros, cuenta con una estructura de capital social muy por debajo de la filial de Cimpor. La matriz de Zara tiene un capital social de 93,5 millones de euros, con una prima de emisión de 20,3 millones y, eso sí, con unas reservas de 1.450 millones.

El control internacional

Cimpor Trading Inversiones posee las participaciones del grupo brasileño en las sociedades domiciliadas fuera de Portugal, mientras que Cimpor Portugal SGPS concentra las participaciones en las sociedades que se dedican a la producción de cemento, hormigón, áridos y morteros en Portugal. Es así como desde Vigo se controlan los negocios y la operaciones del grupo repartidas por Europa, África y Asia. La actual Cimpor es la resultante del reparto de negocios y áreas entre otros dos gigantes, Votorantim y Camargo Correa.

El rescate del grupo

Son precisamente inyecciones de capital, a través de ampliaciones, el instrumento elegido por el grupo para drenar determinados negocios internacionales en pérdidas a través de su filial gallega. Sin ir más lejos, en 2016, el último año con cuentas presentadas, Cimpor Trading Inversiones, la sociedad de cartera viguesa, registró un resultado de explotación negativo por importe de 573 millones de euros. De ahí el rescate de la matriz a través de las ampliaciones de capital.

Otro factor resulta determinante para que grandes grupos multinacionales opten por España como base de operaciones para negocios internacionales. Sucede con Alcoa, pasó con Pemex y también ahora con Camargo Correa, la matriz de Cimpor. Y la clave hay que buscarla en las conocidas como ETVE, las entidades de tenencia de valores extranjeros, con fuertes bonificaciones fiscales. 

Beneficios fiscales

El régimen fiscal de las ETVE nació con el objetivo de eliminar la doble imposición internacional respecto de las participaciones sobre entidades no residentes que realizaran actividades empresariales, compitiendo así con regímenes similares implantados en otros países de la Unión Europea, como Holanda o Luxemburgo.

Las ETVE ofrecen un régimen ventajoso para aquellas sociedades que quieran utilizar España como plataforma de inversión hacia el extranjero, y cuya característica principal radica en la exención fiscal respecto de los dividendos y ganancias de capital obtenidos por la tenencia de acciones en sociedades extranjeras. Multinacionales como Alcoa, Pemex, Banesco Holding y también Cimpor se encuentran en esa situación.