El nuevo ‘tax lease’ atrae a Raúl López (Monbus) y a medianas empresas

El dueño de Marine Instrumens y las gallegas Queizuar, Setec Building y Jim Sports Technology se suman a Monbus y financian buques de la mano de Abanca

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En su día sedujo a grandes empresas como Inditex, Megasa o Aluminios Cortizo, que participaron en toda un pléyade de agrupaciones de interés económico. Hoy, renovado y sin sombras de ilegalidad a ojos de Bruselas, lo hace a grupos empresariales más modestos. Es el nuevo tax lease, el mecanismo de financiación de buques que, para los inversores, es como un producto financiero, pero que permite activar y movilizar grandes recursos para la construcción naval.

El nuevo tax lease pasa página a ese quebradero de cabeza para empresas, bancos y clase política que supuso entre 2005 y 2011 el anterior sistema, ayudas de Estado en toda regla para la Unión Europea. Ahora, entidades como Abanca sustituyen a grupos como el Santander Investment y comienzan a dar forma al nuevo sistema de financiación de buques.

Los nuevos inversores

¿Y quiénes participan en este nuevo mecanismo? Pues empresarios como Raúl López, dueño del Grupo Monbus, uno de los grandes operadores nacionales del transporte de viajeros desde Lugo. En este caso, lo hace a través de una de las múltiples filiales del grupo, La Hispano Igualadina, adquirida en noviembre de 2008 por el empresario lucense.

La Hispano Igualadina ha tomado una participación del 15,35% de la Naviera Albali, una agrupación de interés económico impulsada por Abanca a través de su filial Vibarco. Esta sociedad de cartera es la encargada de canalizar los paquetes accionariales de las AIE que impulsa Abanca. No se trata de una filial cualquiera. Vibarco tiene unos activos de 668,7 millones de euros, según las cuentas consolidadas de Abanca.

La sociedad de cartera Vibarco

Naviera Albali fue constituida en Vigo por Vibarco a mediados del año pasado. Su objetivo, «la adquisición y explotación mediante un contrato de arrendamiento a casco desnudo, o cualquier otra modalidad de arrendamiento habitual en la industria naviera, de un buque», que es la actividad de las nuevas AIE.  El buque, para un armador noruego, según aclaran desde Abanca, será construido por Astilleros de Murueta, socio de Elcano (Povisa y Remolcanosa), con sede en Bilbao.

Fuentes de Abanca explican que se trata de un producto que tiene atractivo bajo el nuevo tax lease, «como un mecanismo inversor a través de un producto financiero para aquellos clientes con los que tenemos relación». «Se colocan paquetes accionariales hasta cubrir la práctica totalidad del capital de la AIE», aclaran.

De Arbulu a los queseros de Queizuar

Otras empresas, más modestas o que no están en el top de las grandes corporaciones en Galicia, también se han animado. Es el caso de Arbulu, un grupo de empresas dedicadas a la electrónica naval con base en Madrid  pero propietario de Marine Instruments, con sede en Pontevedra. Arbulu, según consta en el Registro Mercantil, ha adquirido un 4,55% de Naviera Albali a Vibarco, la sociedad de cartera de Abanca.

Otras firmas que han apostado por financiar la construcción del buque son Setec Building, una constructora ouresenana, que ha adquirido un 22,7% de la naviera, según la misma fuente. Queizuar, dedicada a la fabricación de quesos con sede en Touro, y que cuenta con explotaciones entre los ríos Ulla y Tambre, ha adquirido un 2,27% de la naviera. Y la lucense Jim Sports Technology, importador y comercializador de ropa deportiva con unas ventas que rondan los 10 millones de euros al año, ha tomado algo más de un 9% de la Naviera Albali a Vibarco.

Lo que trae el ‘tax lease’

El nuevo régimen fiscal previsto para contratos de arrendamiento financiero, a través de la amortización anticipada de determinados activos, lo que se conoce como tax lease, entró en vigor en 2013. Esta normativa es de aplicación a cualquier bien adquirido mediante arrendamiento financiero (y no sólo a buques como en la práctica ocurría con el anterior tax lease), siempre que no se fabriquen en serie y su periodo de fabricación sea como mínimo de un año.

Además, contrariamente a lo que sucedía con el anterior tax lease, el nuevo sistema es de aplicación independientemente de que el bien esté fabricado dentro o fuera de España y su activación resulta automática, no estando sujeta a la aprobación previa de la administración fiscal.

 

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