Samsung ya tiene su nuevo gran escándalo

La justicia surcoreana detiene al heredero de la multinacional tecnológica por su presunta participación en una trama de sobornos que sacude al país

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La imagen del gigante tecnológico surcoreano Samsung sufrió este lunes un nuevo varapalo con la orden de detención emitida por la fiscalía surcoreana contra el heredero del grupo, Lee Jae-yong, por presunto soborno dentro de la trama de la Rasputina.

El heredero y presidente de facto de la multinacional -considerado uno de los hombres más ricos y poderosos de Corea del Sur– es así el nuevo responsable de alto perfil señalado por la justicia en el marco del escándalo de corrupción que sacude al país desde el pasado octubre.

El equipo de fiscales emitió este lunes una orden de arresto contra él al considerar que existen pruebas sobre donaciones multimillonarias de Samsung a fundaciones y empresas controladas supuestamente por Choi Soon-il, apodada la Rasputina y amiga íntima Park, a cambio de favores.

Los investigadores han tomado esta decisión después de interrogar al ejecutivo la semana pasada y de sopesar las posibles consecuencias económicas, puesto que el grupo Samsung -que engloba empresas dedicadas a electrónica, construcción o la maquinaria pesada- acumula un tercio del valor de mercado de la Bolsa de Seúl y representa cerca de la quinta parte del PIB de Corea del Sur.

«El equipo de investigación ha concluido que hacer justicia era más importante que el posible impacto que (la detención) podría tener en la economía nacional», dijo el portavoz del grupo de fiscales, Lee Kyu-chul, en una rueda de prensa hoy en Seúl.

Pagos bajo sospecha

En particular, Samsung abonó unos 43.000 millones de wones (33,7 millones de euros) a una empresa con sede en Alemania y presidida por la Rasputina y a otras dos fundaciones sin ánimo de lucro vinculadas a Choi.

La fiscalía sospecha que la multinacional pagó estas cantidades para lograr que el Servicio Nacional de Pensiones, controlado por el Gobierno y accionista de una empresa del grupo, aprobara la fusión de esta y otra subsidiaria del conglomerado.

Samsung, por su parte, calificó de «difícil de entender» la orden de detención contra su presidente de facto, y recalcó que «nunca ha brindado apoyo a cambio de favores», en un comunicado. El empresario de 48 años ocupa el cargo de vicepresidente de Samsung Electronics y tomó las riendas de todo el conglomerado el pasado octubre después de que su padre, Lee Kun-hee, sufriera un infarto.

Caídas en la bolsa

Coincidiendo con la decisión de la fiscalía, la mayoría de las empresas del grupo cayeron en el parqué de la capital surcoreana, y entre ellas destaca Samsung Electronics, líder mundial en la fabricación de telefonía móvil, que perdió un 2,14 por ciento.

Además de su impacto bursátil, el caso supone otra mancha para la imagen de la empresa surcoreana con mayor visibilidad internacional, después de que el pasado otoño la compañía viviera una fuerte crisis por la fallida comercialización de su modelo Galaxy Note 7 tras los repetidos casos de combustión del aparato.

El escándalo también vuelve a poner en el punto de mira el funcionamiento de los «chaebol» (los conglomerados empresariales surcoreanos), cuyos puestos de mayor responsabilidad siguen siendo hereditarios y que ya han protagonizado varios casos de corrupción o evasión fiscal durante los últimos años.

La orden de detención de Lee está ahora en manos del Tribunal del Distrito Central de Seúl, que instruye el caso sobre la relación entre las grandes empresas surcoreanas y la trama de la Rasputina, y decidirá el próximo miércoles al respecto.

Consecuencias empresariales

Dos de las principales organizaciones patronales nacionales, Korea Employers Federation y Korea Chamber of Commerce and Industry, pidieron al tribunal «cautela» a la hora de autorizar la detención de Lee así como «valorar su impacto en la economía nacional», en sendos comunicados publicados hoy.

Los expertos surcoreanos, por su parte, consideran que el posible arresto podría lastrar a corto plazo la cotización de Samsung, aunque confían en la solidez del gigante empresarial para afrontar un hipotético vacío de poder.

«La detención no tiene porqué afectar a los cimientos empresariales de Samsung Electronics», señaló en este sentido el analista Lee Se-cheol, de NH Investment & Securities, en declaraciones a la agencia local Yonhap

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