Xunta y Fomento sacan la chequera en año electoral y reservan 400 millones para arreglar viales

Activan 15 concursos para construir y reasfaltar las principales vías de alta capacidad y la red viaria provincial

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Las constructoras se frotan las manos. Y los ojos. La Xunta de Galicia y el Ministerio de Fomento han sacado por fin la chequera institucional que, al calor de la austeridad del gasto público, tan celosamente habían guardado desde hace años en un cajón. Ambas administraciones han desempolvado a la vez en este mes de enero el talonario de forma inusitadamente generosa. Entre las dos suman más de 400 millones de euros para destinarlos a proyectos de diferentes carreteras que son competencia exclusiva de ambas administraciones.

Las vías designadas en estos paquetes inversores son especialmente relevantes por su gran intensidad de tráfico, y son la entrada y salida terrestre de Galicia. Así, serán objeto de reasfaltado parcial diferentes tramos de las dos autovías de competencia del Ministerio de Fomento a su paso por distintos ayuntamientos gallegos, hasta la conexión mesetaria. La A-6, autovía del Noroeste, que conecta A Coruña con la localidad zamorana de Benavente, y la A-55, que conecta Vigo con el mismo municipio castellano-leonés, serán objeto de mejora y adecentamiento parcial.

Conexión con Portugal

Pero no son las emblemáticas autovías estatales las dos únicas grandes obras de mantenimiento de carreteras gallegas, nacionales y provinciales previstas para estos próximos meses por las dos administraciones públicas. Debe tenerse presente, en todo caso, que muchos políticos las recorrerán arriba y abajo durante sus compromisos electorales. En Galicia, como en el resto de España, salvo Cataluña, donde habrá tres procesos electorales, se producirán dos grandes citas con las urnas: las municipales en primavera y con posterioridad, en otoño, las generales para elegir Parlamento.

Entre otros proyectos relevantes, además de las dos autovías estatales de conexión con el centro peninsular, también figura entre la documentación de las licitaciones públicas, los diferentes arreglos previstos en la autovía estatal hasta Portugal. A esta se suman numerosas conexiones subsidiarias de los municipios con esta vía de alta capacidad, conocida paralelamente por el gran número de accidentes en sus registros.

La autovía de conexión con Portugal atraviesa gran parte de los ayuntamientos que conforman el llamado cinturón industrial de Vigo, y es masivamente usada por parte de los trabajadores de la empresas instaladas en varios polígonos industriales de la comarca.

Obra nueva

La gran obra nueva corre de la mano del Ministerio de Fomento. Licitó el pasado 6 enero, como regalo de Reyes, el concurso entre las constructoras para destinar cerca de 87 millones de euros a la construcción de la nueva autovía A-57, entre Vilaboa y A Ermida, en la provincia de Pontevedra. La fecha límite para la presentación de las ofertas por parte de las constructoras es el próximo 13 de febrero.

Si el gran impulso inversor en obra nueva es cosa del Ministerio de Fomento, el gasto en carreteras menores corresponde –quizá coordinando sutilmente sus planes de inversión en el mismo tiempo- a la Xunta de Galicia. En total, la Administración gallega destinará cerca de 120 millones de euros en ocho concursos públicos para el mantenimiento de su red viaria, desgajada en las zonas norte y sur durante los meses de invierno. La presentación de ofertas culminará en la primera semana de febrero.

Ampliación de la AP-9

Con todo, la mayor obra de todas es la de la ampliación de la AP-9, tanto en el entorno de Santiago, como en el puente de Rande, que ha sido adjudicada a Dragados y a Puentes y Calzadas. El gasto del proyecto, de cerca de 170 millones de euros, correrá a cargo de Audasa, la empresa que explota la autopista de peaje por medio de la concesión administrativa otorgada por el Ministerio de Fomento. Esta tendrá vigencia hasta 2048.

Contratos menores

El impulso inversor aparentemente coordinado que han dado los sectores públicos central y gallego en las últimas semanas para promover obras de gran calado en las redes viarias autonómica y estatal, no tiene precedentes en los últimos años. Además, a los 15 concursos públicos principales para la realización de obra nueva y tareas de reposición y mantenimiento en las grandes carreteras de alta capacidad, se suman otros pequeños concursos de arreglo y parcheo de zonas concretas. Estos miniconcursos elevan la cifra a una veintena y el presupuesto de licitación a unos 420 millones de euros. Y todos ellos convocados entre finales de diciembre y enero.

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