Valeriano Gómez: “Preferimos un empleo temporal que mantener a un parado” 

El ministro de Trabajo e Inmigración presenta la nueva modificación laboral socialista, que tiene el objetivo de “estimular el empleo juvenil” y “luchar contra el aumento de la rotación”

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El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, ha reconocido este viernes que el Gobierno prefiere que los trabajadores tengan un empleo temporal a que estén en el paro. Este es uno de los motivos por los que el Ejecutivo ha decidido suspender el límite al encadenamiento de contratos temporales, una de las medidas que más malestar ha causado entre los sindicatos y que ha recibido luz verde en el Consejo de Ministros.

Según Gómez, actualmente los “empleadores no convierten en trabajadores fijos a las personas que encadenan dos contratos temporales, les despiden y buscan a otro. Aumenta la rotación”. Por ello, los socialistas apuestan por “flexibilizar el empleo y estimular a las empresas a que ocupen a trabajadores”. “En crisis, lo importante es sostener los sitios de trabajo, sin cualificarlos, sean temporales o indefinidos, pero preferimos tener un empleo temporal antes que un parado».

Para justificar la importancia de la congelación por dos años de la obligación de convertir automáticamente en fijos a los empleados que a lo largo de 30 meses tengan una relación laboral de como mínimo dos años con una empresa, el ministro ha asegurado que desde los inicios de la crisis “los contratos temporales han funcionado bien”. Actualmente representan el 15% de la población asalariada, “el doble que hace 7 o 9 años pero aún lejos del 18/19% que se da en el resto de Europa”.

Contrato de formación

Respecto al nuevo contrato de formación, que también ha cosechado muy malas críticas, el titular de Trabajo defiende que «no es un contrato basura». Asimismo, se ha mostrado convencido de que permitirá elevar el volumen actual de contratos de formación, pues suponen unos 100.000 frente al total de 12 millones de contratos que se efectúan anualmente.

El anterior, que quedará derogado cuando entre en vigor el decreto que han pactado los ministros, tenía una duración mínima de seis meses (ahora será de un año) y contemplaba un 15% de la jornada para formación, frente al 25% establecido en la nueva norma.

Ha asegurado que se trata de una buena opción para solucionar una de las principales lacras del país: el paro juvenil. “Tenemos 700.000 parados de menos de 25 años que no tienen ni la ESO ni ninguna calificación profesional”. Para diseñar el nuevo marco legal, los socialistas han tomado como referencia la formación dual alemana.

Gobernar cuando no hay acuerdo social

Patronales y sindicatos ya han cargado contra la nueva reforma laboral socialista. Unos porque consideran que es una oportunidad perdida de flexibilizar el mercado de trabajo español y los otros porque la ven como un atentado al Estatuto del Trabajador. Un malestar que relativizan desde el Ejecutivo socialista. Gómez ha recordado que se intentó un pacto en este sentido en el marco del diálogo social, pero ante la falta de acuerdo entre ambos actores “el Gobierno tiene que gobernar”.

«Son dos medidas que anunciamos exhaustivamente en la mesa de empleo en el pasado inmediato. Hay medidas nuevas, pero siempre hemos informado de ellas a los interlocutores sociales», ha declarado el ministro. En este sentido, ha insistido en que a lo largo de la legislatura el nivel de interlocución con sindicatos y empresarios ha sido muy importante estos años, «algo de lo que el Gobierno puede presumir».

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