Sánchez se la juega en 48 horas cruciales para la política española

El líder socialista dispone de dos días entre la primera y la segunda votación para tratar de convencer a Podemos y salvar su investidura

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Pedro Sánchez se ha pasado este 29 de febrero, el día de su cumpleaños, preparando su discurso para el martes cuando se someterá a su sesión de investidura en el Congreso. La cita es a las 16.00 y el líder socialista ya ha diseñado las líneas generales de su arriesgada apuesta: confirmar la esencia de su acuerdo con Ciudadanos e intentar atraer a Podemos hacia ese pacto para configurar «un gobierno de cambio».

Aunque es posible que guarde alguna sorpresa para su gran tarde, ya se sabe que el discurso del líder del PSOE recogerá los puntos fundamentales de su acuerdo con Albert Rivera: eliminación de la Diputaciones provinciales, compromiso de no aumentar la presión fiscal, rebaja del IVA cultural, unificación del Impuesto de Sucesiones en todas las Comunidades Autónomas, modificación de la legislación laboral para tratar de crear empleo más estable…

Un anzuelo para Podemos

También añadirá algunos elementos, que ya ha avanzado este martes, para tratar de atraer a los de Podemos hacia sus postulados: recuperación de los derechos laborales, lucha contra la corrupción, implantación de medidas contra el cambio climático, puesta en marcha de nuevos planes de emergencia social, una ley de igualdad de oportunidades, impulso de políticas de apoyo a los refugiados…

Los socialistas son conscientes de que de buenas a primeras todos estos esfuerzos resultarán infructuosos. Dan por perdida la primera votación, prevista para el miércoles por la noche. Una votación que se producirá después de que a lo largo de toda la jornada los líderes de la oposición desgranen sus discursos de respuesta al de investidura. Sánchez sólo contará con los 90 votos de los socialistas y los 40 de Ciudadanos. En total, 130 apoyos que se sitúan muy lejos de los 176 que configuran la mayoría absoluta en el Congreso.

Límite 48 horas

Con esa primera derrota, se abrirá paso a 48 horas decisivas para la política española. Son los dos días que se extienden entre esa primera votación y la segunda, prevista para el viernes por la noche, en la que el candidato puede resultar investido con una mayoría simple. Aun así, a Sánchez no le basta con la abstención de Podemos, pues sabe a ciencia cierta que el PP, con sus 123 diputados, votará en contra de convertirlo en presidente.

Por eso, durante esas 48 horas, el PSOE multiplicará su capacidad de seducción y su ímpetu negociador para tratar de atraer a Pablo Iglesias hacia ese pacto. «Sabemos que es muy difícil y que sólo existe una pequeña posibilidad de que se cierre el acuerdo, pero también somos conscientes de que Podemos es muy dada a los pactos de última hora», apuntan fuentes socialistas.

Nueva ronda de contactos

Los podemitas no están, de momento, en esa onda. Apuestan por esperar y, tras el fracaso de la investidura de Sánchez, iniciar una nueva ronda de contactos que pueda desembocar en un gran pacto de izquierdas del que Ciudadanos quede excluido. Lo que pretende Iglesias es sumar al PSOE, a Compromís y a IU y con la abstención de los partidos independentistas formar un gobierno presidido por Sánchez con Iglesias como vicepresidente.

Pero en el PSOE creen que para eso ya será demasiado tarde. Fuentes socialistas dan por hecho que si Sánchez no sale victorioso de esta investidura, se precipitará la convocatoria de nuevas elecciones. Insisten en que el PSOE no apoyará al PP en ningún caso ni siquiera tras un paso atrás de Mariano Rajoy y descartan, en consecuencia, la creación de una gran coalición.

La gran coalición

Ése, el de la gran coalición, es el escenario con el que han trabajado muchos analistas en las últimas semanas. Consistiría en que, tras la fallida investidura de Sánchez, PP, PSOE y Ciudadanos retomasen las negociaciones. Quizá socialistas y Ciudadanos pondrían sobre la mesa la condición de que Rajoy deje paso a otro candidato para poder cerrar el acuerdo. Quizá los populares contestarían demandando que Sánchez se vaya. Y al final, para evitar elecciones, se consumaría ese gran pacto a tres que dejaría a Podemos fuera de la jugada.

¿Nuevas elecciones?

Si no se forjan ni el pacto de izquierdas ni la gran coalición, los españoles volverán a ser llamados a las urnas. La ley establece que transcurridos dos meses desde la primera sesión de investidura, se convoquen nuevos comicios de forma automática. Así, a principios de mayo que fijaría la fecha para la celebración de unas nuevas elecciones posiblemente a mediados de junio.

Pero antes de llegar a ese extremo, los partidos tienen que valorar qué es lo que se juegan y  también si unas elecciones son la solución para esta encrucijada, puesto que, según los sondeos, las urnas arrojarían un resultado similar al actual que mantendría la imposibilidad de formar gobierno.

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