Sánchez: »El socialismo andaluz es un factor de desestabilización en el PSOE»

Pedro Sánchez asegura que quiere volver a ser secretario general y reclama a Susana Díaz que dé un paso al frente y se presente

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Pedro Sánchez quiere liderar de nuevo el PSOE. Asegura que se siente «con fuerzas» para reclamar apoyos y forzar un congreso extraordinario. Pero deja claro que el socialismo andaluz «debe reflexionar sobre su papel en el partido», y considera que ahora «es un factor de desestabilización», en una clara alusión a Susana Díaz.

Sánchez, en una entrevista en el programa Salvados, de La Sexta, ha explicado las razones que le han llevado a renunciar a su acta de diputado, aunque pudieran coincidir con los intereses de la gestora, que le han querido «fuera del Congreso». Según Sánchez, uno de sus méritos en los últimos meses ha sido «obedecer lo que salía del comité federal», pero no quería abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy. La salida ha sido esa renuncia, que le permite organizar un equipo y luchar, de nuevo, por la secretaría general. Para ello, ha asegurado que viajará por toda España para buscar el apoyo de la militancia.

Susana Díaz, desleal

Pero Sánchez ha sido insistente en valorar el papel de Susana Díaz y del conjunto del socialismo andaluz. El reproche que le hace es que cuando fue elegido secretario general, con el apoyo, precisamente de Díaz, al poco tiempo mostró su total discrepancia con él. «No había sucedido eso en otras ocasiones. Cuando Rodríguez Zapatero ganó la votación a la secretaría general, frente a Bono, que apoyaba el socialismo andaluz, al día siguiente Manuel Chaves se puso al servicio de Zapatero», ha asegurado, en contraste con lo que le ha pasado él.

Sánchez ha justificado su decisión de mantener el rechazo a la investidura de Rajoy, tras una entrevista con el propio líder del PP. «Lo que me dijo es que no necesitaba la abstención, sino gobernar juntos, casi como si se tratara de una gran coalición para aprobar cosas como el próximo presupuesto, y eso sería anular la alternativa en España».

El ex líder del PSOE ha defendido una aproximación a Podemos, y ha rechazado que sea una fuerza de corte populista, como él mismo aseguró en su momento. Lo considera necesario para recuperar el apoyo de los jóvenes.

Reproches a César Alierta y a El País

Pero ha sido duro con las grandes empresas y entidades financieras –uno de los argumentos de Podemos, precisamente—al acusarlas de impedir cualquier alternativa ante un gobierno del PP. Y ha citado en concreto a César Alierta, el ex presidente de Telefónica, y a medios de comunicación, como El País. Según Sánchez se planteó una disyuntiva, o gobierno del PP o terceras elecciones, pero nada de tratar de lograr un gobierno alternativo con Podemos y los partidos nacionalistas.

Sánchez ha reconocido que habló sobre la posibilidad de una abstención con Felipe González, pero no se comprometió con él en nada y, en todo caso, «las decisiones en el PSOE no se toman en una conversación con Felipe González». Sobre él, Sánchez ha dicho que no se reconoce, que sí lo hace con el González de 1982. Y que la mayoría del partido tampoco lo tiene ahora de referencia.

Con críticas a la gestora, por no haber decidido una abstención técnica, Sánchez se muestra decidido a seguir adelante, aunque en función de cómo reaccione el partido. «Si hay agua en la piscina, lo voy a intentar», ha precisado.

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