Salvemos Cabana y Adega se solidarizan con el presidente de la Asociación O Iribio, denunciado por Cementos Cosmos 

Este jueves se celebró el juicio contra Marcos Celeiro por "atentar conra el honor" de la cementera en sus manifestaciones en redes sociales

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La batalla que han mantenido diversos colectivos sociales y también fuerzas políticas como AGE contra la actividad de Cementos Cosmos en Triacastela ha vivido este jueves un momento singular. Se juzgó en Vigo a Marcos Celeiro, presidente de la Asociación Socio-Cultural O Iribio, que fue denunciado por la cementera por sus manifestaciones en redes sociales, que a juicio de Cosmos, atentaban contra el honor de la empresa y merecían una reclamación de 45.000 euros para compensar los daños causados.

No fue la única denuncia de la compañía del grupo brasileño Votorantim en Triacastela, pues en la misma etapa también llevó al juzgado que ciudadanos realizaban actividades de pastoreo en terrenos de su concesión y alguna otra demanda más por injurias y atentar contra su honor, pero fue retirándolas casi todas. La de Marcos Celeiro no. Con motivo del juicio, colectivos que se han opuesto a la actuación de la Cementera en la mina de Vilavella, situada sobre el yacimiento arqueológico de Cova de Eirós, han mostrado su solidaridad con el activista.

La responsabilidad social de Cosmos

Salvemos Cabana consideró «lamentable» la judicialización de la protesta y el proceso abierto contra Marcos Celeiro. El colectivo considera que la cementera incurre en una contradicción y actúa contra la responsabilidad social corporativa que debiera imponer Votorantim, pues en su código de conducta se compromete a «mantener canales de diálogo permanente en todas las comunidades donde está presente», también «a través del diálogo» con los vecinos.

Del mismo modo, recuerda que Alternativa Galega de Esquerda (AGE), recogiendo la inquietud de númerosos colectivos sociales entre los que se encuentra O Iribio, denunció reiteradamente las actividades mineras de Cosmos instando incluso a la Xunta a la revisión de oficio de la licencia municipal concedida, al considerar «que vulnera la legalidad vigente y no garantiza la protección de los valores paisajísticos, patrimoniales y ambientales de la zona».

Finalmente, recuerda que el artículo 19 de la Declaración de Derechos Humanos recoge que «todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión».

Aislar a las personas

En la misma línea que Salvemos Cabana se ha pronunciado Adega, que se ha identificado con el activista denunciado. «Marcos, como Adega, difundió sus opiniones sobre las irregularidades cometidas por la empresa a través de las redes sociales, en uso de la libertad de expresión», dice en su comunicado. Hay que recordar que la asociación ecologista llevó a la Fiscalía a Cosmos, acusándola de carecer de licencia para su actividad, incumplir las condiciones de los permisos y, presuntamente, dañar el patrimonio histórico y arqueológico de Cova de Eirós.

«La estrategia de los poderosos grupos industriales es aislar a las personas para hacerlas más vulnerables, en la conciencia de que así siembran el miedo y la inhibición de los vecinos», sostiene el colectivo que llegó a reunirse con la empresa a petición de Cosmos. En el encuentro, explica Adega, la cementera afirmó su compromiso con la transparencia y el diálogo, pero se negó a retirar la denuncia contra Marcos Celeiro.

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