Rodríguez y Gacio, los alcaldes de la ‘Operación Pokemon’

La detención de los dos regidores sorprende entre la clase política por sus trayectorias

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Por el momento, la Operación Pokemon, que investiga delitos de tráfico de influencias y blanqueo de dinero, se ha llevado por delante a dos alcaldes. Uno del PSOE y otro del PP. Ambos con largas trayectorias a las espaldas dentro de sus respectivos partidos. No han sido condenados, y eso es a lo que se aferran sus formaciones a menos de un mes de las elecciones. Sin embargo, una acusación de este tipo pesa mucho, y más en estos tiempos.

Pocos eran los que se podían imaginar que una trama de corrupción de este calado salpicaría a ambos regidores. Francisco Rodríguez, alcalde socialista de Ourense, es considerado por sus seguidores muchos como “un hombre tranquilo”, e incluso “un tipo muy gris” para sus detractores. Pero unos y otros coinciden en que “nadie esperaría de este hombre una cosa así”.

Sorpresa

Adolfo Gacio, alcalde de Boqueixón por el PP desde hace 21 años siempre ha sido más polémico que Rodríguez, en sus declaraciones y en algunas de sus acciones. Sin embargo, tras más de 30 años en el consistorio de este municipio cercano a Santiago, Gacio estaba disponiendo ya su marcha, “cansado de la vida política”. Se especulaba con que iría a recalar a una secretaría en la embajada española en Venezuela.

Ambos tendrán ahora que defender su inocencia ante la justicia. Mientras, la historia política de ambos, cobra relevancia.

El ascenso del PSOE en Ourense

Quizás a Francisco Rodríguez la imputación en el caso Pokemon le haya llegado de forma silenciosa, de igual manera que el consiguió hacerce uno de los alcaldes más sólidos de Galicia. En 2011, cuando más arreciaba el temporal para su partido, con el PP en la Xunta y la crisis zarandeando a Rodríguez Zapatero en Madrid, reforzó su posición al frente del consistorio ourensano. Subió tres escaños en las elecciones municipales de 2011 y reeditó la alcaldía con el apoyo del BNG.

Entonces se dijo que su talante “tranquilo y reservado”, según lo califican sus allegados, casaba bien con una ciudad acostumbrada a los sobresaltos políticos y a las escaramuzas en los tribunales.

Llegada inesperada

Lo cierto es que, si su implicación en la Operación Pokemon mantiene conmocionadas a las fuerzas políticas ourensanas, la llegada de “Paco” Rodríguez a la alcaldía en 2007 también sorprendió a propios y extraños.

Su carrera política comenzó en los años 80 como diputado en el Parlamento gallego y, posteriormente, concejal de Educación durante el mandato de Manuel Veiga Pombo. Asentado como profesor de tecnología en Carballiño, Pachi Vázquez lo recuperó para la carrera política y Rodríguez no lo dudó.

Sucesor de Cabezas

Un rebote acabó situándolo como candidato a la alcaldía de la capital, en substitución de Abelardo Pérez Gabriel, apartado del partido por “diferencias ideológicas”. Rodríguez se erigió como alcalde en las elecciones municipales de 2007, con el apoyo del BNG, marcando un punto y aparte tras las tres legislaturas del popular Manuel Cabezas.

Ahora, la nacionalista y teniente de alcalde Isabel Pérez, quien fuera compañera de trabajo de Francisco Rodríguez en el mundo docente, asumirá las competencias de la alcaldía. Vivirá, de nuevo, una época convulsa para la capital en el terreno judicial.

Más tramas ourensanas

Y es que por si fuera poco con esta trama, la Audiencia de Ourense ha reservado los cuatro primeros días de octubre para el juicio en el que están imputados Alexandre Sánchez Vidal y Andrés García Mata, quienes fueran tenientes de alcalde por el BNG durante el primer mandato de Rodríguez. El fiscal les imputa delitos de cohecho, tráfico de influencias, prevaricación y falsedad por su vinculación al llamado “caso de los paneles”.

Un capítulo más para la atormentada política ourensana, meses después de que la Fiscalía Anticorrupción archivara la denuncia contra el expresidente de la Diputación de Ourense y del PP en la provincia, José Luis Baltar, y pocos días después de la detención del “hombre tranquilo”.

Boqueixón

Si bien, Rodríguez llegó casi por casualidad a la alcaldía, Adolfo Gacio, el regidor de Boqueixón, bromeó alguna vez en que su profesión era la de ser alcalde, porque llevaba más tiempo en la vida siéndolo que desempeñando otra función.

Desde hace 21 años es regidor en el municipio de Boqueixón, y concejal desde hace 30. A pesar de sus excesos verbales alguna que otra vez, cuenta entre sus amigos personales al propio Romay Beccaría. De los once concejales que conforman su municipio, su grupo ostenta 9 y como alcalde siempre ha conseguido mayoría absoluta.

Vida diplomática

Sin embargo, desde hacía unos meses se especulaba con su inminente marcha del concello. Quizás no acabaría el mandato. El “cansancio” de la vida municipal había hecho mella en él, y muchas voces lo colocaban en un puesto en la embajada de Venezuela.

Ovidio Rodeiro, el actual director xeral de Xuventude, había sido el escogido para sucederle.

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