Rajoy sólo acepta reformar la Constitución «para unir más a los españoles»

El presidente asegura que hay que buscar consensos como los logrados durante la transición

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El Gobierno está dispuesto a reformar la Constitución. Así lo ha asegurado el presidente Mariano Rajoy este viernes en los actos del 35º aniversario de la Carta Magna. No obstante, el líder del Ejecutivo ha recalcado que para hacerlo es necesario que haya consensos, objetivos claros y que sirva para unir más a los españoles.

Rajoy ha indicado que el texto constitucional se puede tocar «como cualquier obra humana». El presidente ha valorado que se debe seguir un modelo de consenso como el de 1978, cuando la «inmensa mayoría del pueblo español» quiso ponerse de acuerdo «aparcando» las «lógicas diferencias políticas» y las «distintas formas de ver las cosas», apostando por la paz, la libertad y la convivencia.

Valoración positiva

«Ya son muchos los años vigencia de la Constitución y el balance que se puede hacer es absolutamente positivo», ha enfatizado, para añadir que la Carta Magna garantiza la libertad, los derechos de los españoles y una «buena convivencia».

El presidente no ha ido sólo. Al acto ha acudido acompañado de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jose Luis Ayllón, y su jefe de gabinete, Jorge Moragas.

PSOE pide una reforma ya

Por su parte, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha hecho este viernes un llamamiento a las fuerzas políticas, en especial al PP, para abrir un diálogo sobre la, a su juicio, necesaria reforma de la Constitución. En su opinión, no se puede alegar que «no hay consenso» para acometerla si ni siquiera se ha hablado de ello. Es más, está convencido de que pueden alcanzarse acuerdos en puntos concretos.

Rubalcaba también ha hecho un discurso triunfalista de la Carta Magna. El líder de la oposición ha asegurado que si se echa la vista atrás, los ciudadanos pueden sentirse «orgullosos» de los logros conseguidos en estos últimos 35 años «al amparo de una obra colectiva» como fue la ley de leyes.

Pero, para el dirigente socialista, esos 35 años también son «una edad respetable» para mirar hacia delante, máxime teniendo en cuenta la crisis «económica, social y territorial» que padece el país. En su opinión, «son necesarios muchos cambios» y éstos han de venir «amparados por un proyecto político común y compartido».

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