Rajoy es reelegido con el menor número de «noes» de la historia

El PSOE contiene la hemorragia en 15 díscolos

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Mariano Rajoy ha tenido que aguardar más de diez meses para ser investido presidente. Como se esperaba, ha obtenido 170 votos afirmativos (los del PP y Ciudadanos, y el del representante de Coalición Canaria), pero que gracias a la abstención de casi todos los diputados socialistas, ha logrado la mayoría simple (con más votos afirmativos que negativos), y por fin tiene el camino despejado para jurar su cargo ante el rey.

Rajoy ha obtenido 111 votos negativos y 68 abstenciones, la menor cantidad de votos de rechazo que ha logrado un presidente en la historia de la democracia española. Algunos legisladores socialistas, como María González Veracruz y Adriana Lastra, han recurrido a la fórmula «por imperativo, abstención» al momento de anunciar su elección.

Pero más allá de la investidura de Rajoy, las miradas políticas se han puesto en la quiebra de la disciplina de voto del PSOE: 15 diputados socialistas, entre ellos el bloque de siete legisladores del PSC encabezado por Meritxell Batet, han votado por la negativa.

Unas horas antes, Pedro Sánchez había presentado su renuncia al acta de diputado, porque prefirió no enfrentarse al Comité Federal con su ‘no’ a Rajoy, y optó por no chocar con el sector abstencionista para volver a optar por la secretaría general.

Cabe ver cuáles serán los pasos futuros de la gestora de Javier Fernández ante los diputados rebeldes, si aplicará sanciones económicas (con lo que no está de acuerdo) o si se animará a romper con el PSC, lo que conduciría a una profundización de la crisis en el partido.

Ya los diputados opositores, como Pablo Iglesias (Unidos Podemos) o Gabriel Rufián (ERC), se encargaron de criticar duramente al PSOE por haberse abstenido y permitir la investidura de Rajoy. El calificativo de «traidores» que usó el representante de Esquerra a los socialistas ha despertado una oleada de protestas de dirigentes de este partido. Su portavoz Antonio Hernando se quejó tras los discursos y fue aplaudido por la mayoría de los diputados. 

Rajoy llama a la negociación con los partidos

En su breve discurso de diez minutos, la palabra más usada por Rajoy ha sido «negociar», y dijo que está dispuesto a «corregir todo lo que merezca corrección, a mejorar todo lo mejorable y a ceder en todo lo que sea razonable», pero no a «derribar todo lo construido». Además, apuntó «no pido un cheque en blanco, sino un gobierno», por lo que convocó a que todas las fuerzas políticas sean responsables de la gobernabilidad.

Antonio Hernando (PSOE) le recordó a Rajoy que «no es el presidente de nuestra confianza», y que la abstención del partido es «para no ir a terceras elecciones, no para deteriorar derechos ni para ahondar la quiebra de nuestro país». Además, le advirtió que tras más de 300 días en funciones, «no tendrá 100 días de cortesía».

Rajoy jurará su cargo ante el rey el lunes, ya que el monarca está participando en la Cumbre Iberoamericana en Cartagena de Indias (Colombia) y regresará el domingo. Se esperan cambios en el gabinete, pero fiel a su estilo, el presidente de Gobierno no dio pistas de su conformación ni precisiones de la fecha en que se anunciará.

Por lo pronto, como anunció en su discurso del jueves, el presidente investido convocará el pacto de Toledo durante el primer mes de la legislatura cuya reunión debería materializarse antes de final de año. 

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