Rajoy ‘calienta’ su investidura con Sánchez y Rivera
El presidente en funciones cita a los líderes del PSOE y de Ciudadanos para cerrar la negociación, aunque la elección en el Congreso llegue en septiembre
Mariano Rajoy quiere ‘calentar’ su investidura. Tras aceptar el encargo del rey Felipe, para ser investido como presidente del Gobierno, el líder del PP no quiere que todo se diluya y el mes de agosto acabe derivando en una toma de posiciones de todos los dirigentes hacia unas terceras elecciones. Ese riesgo existe, y por ello ha citado a Pedro Sánchez y Albert Rivera para la próxima semana.
Rajoy llamó este viernes a los dos líderes políticos para fijar las fechas de una nueva ronda de negociaciones. Con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, será este martes. Para el miércoles lo hará con Albert Rivera, el líder de Ciudadanos.
El rechazo se mantiene
No es un proyecto muy ambicioso. Más bien lo contrario. Pero el PP no ve otro horizonte. Sin embargo, los dos partidos constitucionales, como los ha designado el propio Rajoy, siguen sin ver las razones para elegir a Mariano Rajoy.
Ciudadanos comienza a tenerlo cada vez más claro, lo que choca con las esperanzas de dirigentes del PP. El partido de Albert Rivera considera que ya se ha desplazado, y que ha pasado del rechazo a Rajoy a una abstención. No quiere moverse de ahí.
Lo que pide es que el PSOE haga lo mismo. «Al final, no es tan importante esa decisión, porque, después, el Congreso estará en manos de Ciudadanos y del propio PSOE, y se deberá negociar cualquier reforma», aseguran fuentes del partido naranja. Pero el PSOE sigue sin querer avalar la candidatura de Rajoy.
Negociar en agosto y en Madrid
Se da la circunstancia, sin embargo, que para el líder del PP eso no sería suficiente. En su comparecencia en la Moncloa este jueves, Rajoy insistió en que para gobernar se vería capaz de hacerlo con los 137 diputados del PP, pero no para la investidura. Quiere el ‘sí’ de Ciudadanos y la abstención del PSOE.
Fuentes de los dos partidos aseguran que irán a la reunión a escuchar, pero con sin muchas esperanzas de recibir una oferta concreta de Rajoy. Aunque el PP insiste en que está dispuesto a hablar de todo, Rajoy no ha elaborado ningún programa de mínimos que pueda ser aceptado.
Las mismas fuentes sostienen que en agosto será muy difícil concretar la investidura, y que tampoco habrá disponible un equipo de negociadores. El PP arguye que sí, que su dirección estará en Madrid dispuesta a ello, como ha apuntado una de las vicesecretarias generales, Andrea Levy.
Lo que decía antes el PP
Lo que no quiere Rajoy ahora, en todo caso, es que todo se enfríe, después de haber aceptado el encargo del rey, aunque él no se haya comprometido a ninguna fecha para ir al debate de investidura.
Curiosamente, cuando eso mismo le ocurrió a Pedro Sánchez, que tardó unas semanas entre el encargo del rey y la sesión de investidura, el PP se lanzó en tromba para pedir una fecha. «Pedimos que el Congreso de los Diputados tenga un debate de investidura cuando el señor Sánchez esté en condiciones pero que, indudablemente, tiene que ser cuanto antes. Y vamos a poner una fecha. Eso me parece muy importante», decía el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando.
No lo es ahora para Rajoy, que quiere tomarse su tiempo. La próxima semana podrá calibrar algo mejor si en septiembre se podrá ver como nuevo presidente.
