Porta Perales reclama que el liberalismo dé la batalla en España

El autor de Totalismo defiende en el Instituto Juan de Mariana la necesidad de tener convicciones fuertes frente a los proyectos políticos que prometen la felicidad

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Sin sueños ni paraísos al alcance de la mano. Sólo esfuerzo, los pies en el suelo y convicciones fuertes. Miquel Porta Perales reclama que el liberalismo «dé la batalla en España», y que deje de tener complejos frente a los proyectos políticos que no tienen en cuenta que «no hay derechos sin deberes».

Lo hizo este sábado en un acto donde reinó el debate y el franco intercambio de ideas en el Instituto Juan de Mariana, bajo la dirección del economista Juan Ramón Rallo.

Porta Perales dio cuenta de las principales reivindicaciones que expone en su libro Totalismo, editado por ED Libros. En su intervención insistió en que, por distintos motivos, y no el menor debido a intereses económicos, las sociedades occidentales se han visto sometidas a «totalismos» que buscan anular la autonomía personal.

Tibieza contra el comunismo

Desde los libros de autoayuda, que explican qué debemos hacer para dejar de fumar, adelgazar o tener éxito en el ámbito profesional, hasta los proyectos políticos que insisten en que se puede cambiar el mundo, o las sociedades en las que vivimos para lograr una «especie de paraísos, que no existen», o los que insisten en las identidades colectivas.

Con la intervención del propio Juan Ramón Rallo y de la también economista y colaboradora de Economía Digital, María Blanco, la sesión se centró, en una sala llena de jóvenes ávidos de debate que interpelaron y estimularon a Porta, en la preponderancia «todavía» de una lectura de izquierdas que critica con fiereza el fascismo, y que denuncia rauda cualquier elemento que aparece, como pueda ser ahora el autoritarismo de Trump en Estados Unidos, pero que no sitúa en el mismo plano de la balanza al comunismo o al llamado socialismo real que vivieron los países del este de Europa.

Fue especialmente Rallo quien incidió en ello, presentando al liberalismo como la ideología que mejor defiende al individuo frente a cualquier tipo de excesos políticos.

La importación de estructuras de Latinoamérica

Esa visión la recogió Porta Perales al criticar abiertamente a la nueva izquierda que se ha hecho con el poder en los grandes municipios en España, como Madrid o Barcelona. Respecto a la capital catalana, aseguró que su primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, argentino, la mano derecha de la alcaldesa Ada Colau, ha teorizado en sus trabajos académicos sobre «el constitucionalismo de tercera vía», y que defiende que lo que ocurrió en España en la transición fue «la restauración oligárquica», revindicando el acceso de las masas a las instituciones, importando para ello estructuras y principios de Latinoamérica. «Eso no tiene ningún sentido, pero esos movimientos populares han alcanzado un cierto apoyo», señaló el autor de Totalismo.

Fue María Blanco quien insistió en que el liberalismo discute internamente, que busca de forma constante esa autonomía individual, y que prueba de ello son los debates periódicos en el Instituto Juan de Mariana, en el que se entra continuamente en la distinción «entre liberal o libertario», y que eso representa «una vacuna frente a todos esos totalismos de los que habla Porta Perales».

Con la intervención también del director de Economía Digital, Manel Manchón, que planteó la necesidad de que los medios de comunicación sepan liberar los debates que necesita una sociedad como la española, desde la independencia de criterio y el respeto a una sociedad que debe ser «madura», Porta Perales se animó a entrar en la cuestión catalana, que aborda en Totalismo.

La democracia orgánica franquista en Cataluña

Para el filósofo y escritor, el «totalismo identitario» es uno de los más presentes en las sociedades occidentales, y en el caso de Cataluña se puede caracterizar como «un agitprop soviétivo», en el que una parte de la sociedad se ha organizado «como si se tratara de la democracia orgánica franquista».

Ello lo justificó por todas las plataformas que el soberanismo ha creado, coordinadas por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), con «arquitectos por la independencia; abogados por la independencia, profesores, artistas, actores…. con municipios por la independencia, sindicatos, empresarios…, una invasión continua a la esfera individual».

Porta Perales reclamó que, frente a todo ello, se debe «dar la batalla del liberalismo, con convicciones, con mensajes que defiendan cosas como la necesidad de una educación seria, que cuente con reválidas, que se tenga en cuenta que no hay derechos sin deberes, que no hay paraísos, que no existe la felicidad ni arcadias inmediatas, y que se debe ejercer la autodeterminación individual».

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