Pedro Sánchez mete a Marcial Dorado en campaña

Después de un primer día de campaña sin actividad como consecuencia de la tragedia de O Porriño, los partidos han iniciado con fuerza su carrera hacia la presidencia de la Xunta de Galicia. En el caso de los socialistas, el candidato, Xaquín Fernández Leiceaga, ha estado arropado por el secretario general de su partido, Pedro Sánchez, que no ha querido dejar pasar la ocasión para recordar que el actual presidente del Ejecutivo gallego y candidato a la reelección, Alberto Núñez Feijóo es «igual» que el resto de dirigentes del PP.

Por mucho que se empeñe en esconder el nombre de la formación a la que representa en los carteles de campaña, para Sánchez su silencio ante la «parálisis» de infraestructuras en Galicia y la «corrupción» de PP es un signo más que, al igual que una parte de la cúpula de la formación, no está del todo limpio. «¿Qué dijo cuando empezaron a surgir los casos de corrupción en el PP? Nada. Porque Rajoy le podría haber reprocado que él tiene fotografías con un narcotraficante», dijo en alusión a Marcial Dorado.

Fue así como la supuesta amistad entre el ‘narco’ y Feijóo volvió a salir a la palestra, aunque no fue el único ataque a los oponentes del PSdeG. En Marea también se llevó su parte. Sánchez desconfía de una formación a la que define como «un conglomerado de siglas que se une no se sabe bien para qué» y que carece de «experiencia de gestión».

Mal recuerdo

En el transcurso de una comida-mitin en la localidad coruñesa de Cerceda, el líder socialista ha rechazado los pronósticos de las encuestas y ha dejado claro que «el futuro no está escrito», sino que «se escribe con los votos» depositados en las urnas. Además, criticó la «autocomplacencia» que exhibe Feijóo mientras que los trabajadores del naval «están decepcionados por sus mentiras, la sanidad está «amenazada por la privatización» y los jóvenes se están «exiliando» ante la «falta de oportunidades» en esta tierra.

Estos son algunos de los argumentos que ha esgrimido Sánchez para pedir «movilización» para convertir a Leiceaga en «el próximo presidente de la Xunta» y reducir al candidato del PPdeG a «un mal recuerdo».