Navantia adjudica ‘a dedo’ el mayor contrato del buque de Pemex

Los sindicatos denuncian una estrategia para recortar salarios a través de subcontratas

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Pasó la tempestad pero no llegó la calma. El contrato de Pemex, que sirvió de bálsamo a la plantilla de Navantia en Ferrol cuando apenas quedaba carga de trabajo, está provocando nuevos incendios entre los trabajadores del astillero, que ven como la amenaza de los contratos basura planea sobre la construcción del buque. No es nuevo en el naval gallego. El flotel de la petrolera mexicana que construirá Barreras también hizo brotar las contrataciones precarias en la industria auxiliar. Ahora son los sindicatos de la empresa pública en Ferrolterra los que advierten de un recorte salarial y un aumento de la precariedad.

El detonante fue la mayor subcontratación de Navantia para la construcción del barco-hotel, el paquete de habilitación. Es un trabajo clave para este modelo de buque ya que está conformado por la adecuación de los camarotes, baños, sistema de tuberías, instalación eléctrica… “aquellos elementos que hacen que el barco se parezca y pueda funcionar como un hotel”, explica Manel Grandal, delegado sindical de la CIG. Presupuestado en 20 millones de euros, Navantia lo adjudicó sin mediar concurso público a la empresa viguesa Regenesa por 15 millones. Es decir, ahorrándose cinco sobre la estimación inicial.

Escasa transparencia

Y aquí comienza el problema. De entrada, los astilleros públicos han roto la pauta de adjudicar los trabajos a la industria auxiliar a través de concursos públicos o procesos negociados con publicidad. Así se hizo con los paquetes del acero (bloque de proa y bloque de popa) y la pintura para tanques y resto del buque. La subcontratación del paquete de habilitación se hizo por procedimiento negociado sin publicidad, lo que provocó las críticas del PSdeG por el “oscurantismo” de la adjudicación.

Los sindicatos, además, entienden que Navantia utiliza este contrato como “coartada” para pagar “salarios más bajos”, en palabras del presidente del comité de empresa en Ferrol, Ignacio Naveiras (CC.OO.)

Recorte en salarios

El razonamiento es simple. Desde 2001, la industria auxiliar de Navantia tiene un convenio específico con la empresa que mejora las condiciones salariales respecto al convenio general de la provincia de A Coruña. Pero además, el convenio del Naval fija salarios más altos y mejores condiciones en A Coruña que en Pontevedra, relata Grandal. En este juego de muñecas rusas se pueden perder hasta 300 euros al mes por trabajador, según el sindicalista.

Los trabajos de habilitación, que se iniciarán después de la botadura del flotel, implicarán a otras dos empresas del auxiliar ferrolano, Calsumatur y Norinver, que emplearán a cerca de 30 personas para la tubería plástica y la instalación eléctrica. De esta forma, “Navantia pretende hacer descoloques para, a través de intermediarios, bajar salarios y aumentar la precariedad», sentencia Antonio Vigo, representante del sindicato Alternativa Industrial.

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