Muere Chus Lampreave, la verdadera chica Almodóvar

«Es lo que tenemos las testigas, que no podemos mentir». Chus Lampreave se convirtió con esta frase y con su papel de portera méteme en todo en Mujeres al borde de un ataque de nervios en un referente de la comedia española. Corría el año 1988 y el director de la película, Pedro Almódovar, despuntaba como gran promesa del cine patrio.

Lampreave fue a partir de ese momento la verdadera chica Almódovar. Intervino en la mayoría de las películas del manchego, con papeles cortos, pero intensos y, en muchos casos, inolvidables, porque la actriz sabía pronunciar los desafiantes diálogos del director con una gracia particular.

Ya unos años antes, en 1984, Lampreave se había coronado como protagonista inesperada de otro de los filmes de Almodóvar, ¿Qué hecho yo para merecer esto?, en su rol de abuela deseosa de volver al pueblo. Y más tarde brilló en Hable con ella, La flor de mi secreto o Volver.

Una dilatada carrera

Aunque la carrera de Lampreave, que murió este lunes en Almería a los 85 años, parece inseparable de la del manchego, lo cierto es que cuando ambos iniciaron su colaboración, la actriz ya llevaba muchos años bajos los focos y había trabajado con algunos de los mejores directores del país.

Debutó de la mano de Marco Ferreri en 1958 con El pisito, una denuncia social revestida de humor negro, que hoy, con la crisis, goza de una nueva actualidad. También trabajó con Luis García Berlanga en todo un clásico, El verdugo; con Jaime de Armiñán en Mi querida señorita o con Fernando Trueba en otro taquillazo de los ochenta, Se infiel y no mires con quién.

Fue Trueba precisamente quien le dio uno de sus últimos papeles en El artista y la modelo, una producción de 2012 en blanco y negro. Pero la carrera de la inolvidable Lampreave finalizó el año pasado con otro éxito de público, Torrente. Operación Eurovegas, la última entrega de la saga del cutre detective fan de El Fary creado por Santiago Segura.