Una red de sobornos de Villar Mir acorrala a la ministra García Tejerina

La Audiencia Nacional investiga los pagos opacos de Fertiberia en Argelia a través de un filial cuando la actual ministra de Agricultura pertenecía a su consejo

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En qué momento. Cuando figura en las quinielas para suceder a Luis de Guindos en el Ministerio de Economía. La actual titular de Agricultura lucha contra su pasado en el Grupo Villar Mir. Tanto es así que las relaciones de Isabel García Tejerina con el propietario de empresas como Fertiberia, OHL, Ferroatlántica, Erimsa o Cuarzos Industriales, estas tres últimas con destacada presencia en Galicia, han saltado a las sesiones de control al Gobierno en el Congreso. La última, este miércoles.

Fertiberia, la empresa de fertilizantes del Grupo Villar Mir, es el epicentro de una polémica que tiene su foco actualmente en el Audiencia Nacional. El titular del Juzgado número cinco, José de la Mata, ha abierto una investigación al grupo por presunta corrupción en transacción económica internacional, por una red de sobornos montada en Argelia a través de una filial de Fertiberia, denominada Fertial, cuando la actual ministra de Agricultura se sentaba en el consejo de administración de la compañía subsidiaria, en cuyo capital el Gobierno argelino participaba de forma minoritaria.

Los vínculos con Villar Mir

García Tejerina fue directora de Planificación Estratégica de Fertiberia entre septiembre de 2004 y febrero de 2012, y era la responsable de los departamentos de I+D, de Estudios e Investigación de Mercados y Servicio Agronómico. Entre agosto de 2005 y febrero de 2012, antes de reincorporarse al ministerio, fue consejera de Fertial SPA, la empresa mixta argelina de fabricación de fertilizantes controlada por el grupo español. Así figura en su hoja de servicios oficial, lo que también le ha costado más de una crítica e incluso le ha llevado a abstenerse en el Consejo de Ministros cuando se tomaba alguna decisión relacionada con el Grupo Villar Mir, por incompatibilidad con el cargo.

El juez de la Mata ha abierto la investigación por los pagos y sobornos de Fertial realizados presuntamente cuando la actual ministra formaba parte del consejo de administración de esa compañía. En concreto, el magistrado de la Audiencia Nacional investiga pagos que tuvieron lugar en 2005 a cambio de la mediación de dos militares de alto rango para que Fertiberia obtuviera licencias de construcción de fábricas de amoníaco en Argelia, a través de Fertial.

La investigación

El juez ha imputado por estos hechos a quien fuera consejero delegado de OHL hasta el pasado octubre, Tomás García Madrid, y no descarta nuevas imputaciones, según la Cadena Ser. Fertiberia habría abonado en 2005, a través de una sociedad interpuesta en Reino Unido, unos 1,8 millones de dólares a un «conseguidor» que transfirió parte del dinero, concretamente 1,5 millones, a cuentas bancarias a nombre de esos dos altos cargos militares argelinos.

La ministra García Tejerina ha sido contundente en su respuesta, por escrito y  a través de su gabinete, al asegurar que jamás conoció a los militares ni a ninguno de los integrantes de la supuesta trama y «en ningún momento tuvo contacto alguno» con ellos. La ministra ha asegurado a la Ser que los sobornados “en ninguna ocasión” fueron citados en los consejos de Fertial.

El caso en el Congreso

Toda esta investigación no ha pasado desapercibida para la oposición. En la sesión de control al Gobierno de este miércoles, el diputado de En Marea, Antón Gómez-Reino ha acusado a la ministra de frenar expedientes «contra el mayor vertedero de residuos en Europa, en Huelva», de Fertiberia, y expedientes contra Fertial «por la investigación abierta en la Audiencia Nacional por un pago comprobado de soborno de 2 millones de dólares a militares argelinos», así como la normativa para reducir el cadmio en la UE.

«¿No será delito frenar tantos expedientes?», se ha preguntado Gómez Reino, acusando a Tejerina de ser «la infiltrada de Villar Mir» en el Consejo de la UE. «Es un maldito escándalo: trafican con dinero ‘b’, trafican con fosfatos y ahora sabemos que trafican con la salud de la ciudadanía. ¿Para quién trabaja? ¿Sus puertas giratorias están envenenando a la ciudadanía? Se corrompe, nos envenena… Si tuviera vergüenza democrática dimitiría inmediatamente», ha concluido el diputado.

Tejerina se ha limitado a asegurar que «la posición del ministerio para todo tipo de normas que puedan tener efectos sobre el medio ambiente y la salud se basará siempre en el conocimiento científico avalado siempre por informes emitidos por organismos de reconocido prestigio». La ministra ha defendido la posición española, contraria a rebajar los niveles permitidos de cadmio en los fertilizantes agrícolas, que supuestamente beneficia a Fertiberia, su antigua empresa, y a otras del sector.

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