Médicos del nuevo hospital de Vigo exigen la dimisión del gerente

Afirman que se sienten traicionados por los jefes de servicio, que apoyaron a la dirección del hospital y al Sergas

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Más allá de los problemas de dotación y servicios, la puesta en funcionamiento del nuevo hospital de Vigo ha acarreado dos problemas significativos para el complejo, el deterioro de su imagen y, en consecuencia, la pérdida de ususarios, lo que beneficia a centros privados, como pueda ser Povisa. Así lo han atestiguado decenas de facultativos y otros profesionales del Chuvi, que reunidos este miércoles en asamblea, han exigido la dimisión del gerente del hospital, Félix Rubial.

Los profesionales, encabezados por miembros de la comisión asistencial del Chuvi, han pedido reiteradamente la salida de Rubial al considerarlo el «máximo responsable del adelgazamiento» del nuevo hospital y de la pérdida de 300.000 usuarios en el área de referencia. «Si tuviese dignidad tendría que dimitir», han apostillado.

Se ha obviado a los médicos

Los facultativos también han criticado que en el proceso de apertura del nuevo hospital, no se les consultó «para nada, a pesar del desastre que cualquiera veía venir», y por ello han reclamado que se escuche a los médicos como colectivo y que se vuelva a reunir la comisión asistencial del área de Vigo.

La doctora Carmen Albo ha señalado que se trata de un órgano asesor de la dirección, con entidad jurídica y con representación de todos los estamentos del hospital, que, sin embargo, no ha sido convocado por la gerencia de Vigo desde hace unos siete años, ni siquiera para convocar las elecciones del órgano ni para consultarles sobre el traslado. «No tenemos ni voz ni voto», ha resumido.

Un modelo enfocado a la rentabilidad, no al paciente

Durante la asamblea el médico Jesús Araújo ha leído el borrador de una carta que prevén modificar antes de enviarla al resto de trabajadores y a medios de comunicación. En ella, hacen un repaso al proceso de apertura del nuevo hospital, basado, bajo su punto de vista, en «un proyecto que se aleja de lo que se necesitaba».

De esta manera, han censurado que en el HAC se ha aplicado «un modelo asociado a peores calidades, menos servicios y funciones», que ha sufrido «recortes» para «garantizar la máxima rentabilidad» y que ha convertido el centro «en una superficie comercial». «Nos avergüenza y nos preocupa –verlo– convertido en un gran negocio», han trasladado.

Contra los jefes de servicio

Los facultativos han hecho hincapié en que su posición tiene elementos de diferenciación respecto a los jefes de servicio, a los que han culpado de tener «responsabilidad de connivencia con la dirección».

De hecho, entre el público, el neurólogo del HAC Manuel Núñez, ha criticado que éstos hayan dicho que las quejas de los profesionales eran «injustas» e «inciertas», y ha apuntado: «los jefes de servicio nos han traicionado». Además, ha mantenido que los médicos tienen la percepción de que el foro de jefes de servicio «ha estado apoyando acríticamente la posición de la dirección».

En esta misma línea, la doctora Albo ha coincidido en que el sentimiento de traición en relación a los jefes de servicio «es generalizado», y ha subrayado que las declaraciones de éstos «no transmiten el sentimiento general de los profesionales».

Es un «desastre»

Según han remarcado los portavoces en la asamblea, el nuevo hospital ha sido concebido «desde las altas esferas» y, desde que se inició el traslado, ha registrado «problema tras problema» en los distintos servicios. Por ello, han propuesto poner encima de la mesa los problemas que hay «servicio a servicio» para intentar «transformar el desastre que puede ser este hospital».

En este sentido, han considerado que la opinión pública piensa que el precio del aparcamiento representa «el 80 por ciento de los problemas en el hospital», pero han hecho hincapié en que «hasta ahora no ha habido más que problemas» en todos los servicios. En este sentido, han avanzado que si no se pone solución, «los problemas se van a ir perpetuando».

En opinión de Núñez, independientemente de los problemas de cada servicio, «el problema fundamental es la concesionaria», que todos los vigueses están «condenados a sufrirla otros 20 años, y eso tiene difícil solución». Mercedes Santos ha añadido que «la ilusión es que las cosas funcionen, gobierne quien gobierne; queremos que las cosas y la sanidad pública funcionen».

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