Mas exhibe su consulta del 9N ante la indiferencia de Rajoy

Hasta 5,4 millones de catalanes podrán votar ese domingo en un “proceso participativo” que no tendrá “ningún efecto”, pero que actuará como catalizador del soberanismo

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El censo, propiamente, no existe. Pero todos los catalanes han recibido una misiva del Govern, en la que se indica que este domingo podrán votar en una urna la doble pregunta que los partidos por consulta acordaron.

Y son unos 5,4 millones, algo más de 200.000 respecto a las elecciones de 2012, porque en este “proceso participativo” podrán votar los jóvenes de 16 a 18 años. El President Artur Mas admitió ayer que “no es la consulta que queríamos”, pero es la consulta posible que han forzado los partidos soberanistas, pese a las dos suspensiones del Tribunal Constitucional, y gracias a la indiferencia, o al desdén del presidente Mariano Rajoy, que ha preferido, en el último instante, no empeorar las cosas.

Mas se exhibió, conociendo esa posición del Gobierno, y aseguró que será el Govern el que cuente los votos, y el que dé cuenta de los resultados, algo que el Gobierno central le había advertido de que no hiciera.

Investigaciones de la Fiscalía

La Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), a instancias de la Fiscalía del Estado, abrió este sábado alegaciones para investigar si la utilización de centros públicos, como los institutos de secundaria, constituye un delito. Pero, a pesar de la denuncia, horas después, de Societat Civil Catalana, con fotografías que mostraban las urnas ya depositadas en los colegios, la Fiscalía no tomó ninguna decisión, ni se espera que la tome a lo largo del domingo.

Sólo algún incidente flagrante podría cambiar la situación.

El Gobierno español ha preferido, a pocas horas del “proceso participativo”, según el Govern de la Generalitat, mirar para otro lado. Y pensar que, a partir del lunes, las cosas se pueden recomponer, y que la fiebre de la consulta comenzará a bajar. Pero, en función de lo que ocurra este domingo, el Ejecutivo de Mariano Rajoy puede correr un serio riesgo.

Todo enfocado para los medios extranjeros

El aparato de propaganda del Govern de Artur Mas es grande y Rajoy es consciente de que las imágenes que se puedan ver en el extranjero son más importantes que la propia consulta.

Muchos de los corresponsales de medios europeos reflejan, con sus interlocutores, su propio asombro porque se sienten los verdaderos protagonistas. “Lo hacen por nosotros”, aseguran. La propia presidenta de la Asamblea Nacional Catalana, (ANC), Carme Forcadell, aseguró este sábado que todos los que quisieran participar debían hacerlo este domingo “a partir de las 9 de la mañana, para que los periodistas extranjeros lo vean”.

Y, debido a las características de la consulta, con muchos menos puntos de votación que en unas elecciones legales al Parlament, las colas serán inevitables, con una gran lentitud si la presencia es masiva.

Militantes del PP, desolados

¿Era mejor impedir la apertura de los centros de educación, y multiplicar esas colas, con ciudadanos –con razón o sin razón, porque ese es un debate que el gobierno catalán ya ha desatendido—denunciando que no se les dejaba votar?

Rajoy ha querido que prime, por una vez, una decisión política, y no únicamente jurídica. Pero puede dejar en la estacada a muchos colectivos en Cataluña que confiaban en el Estado. Diversas fuentes apuntan que muchos militantes del PP de Cataluña estaban este sábado “indignados”.

No les bastaba que Rajoy asegurara, desde Cáceres, que lo de este domingo ya no será una consulta, que mientras sea presidente del Gobierno impedirá “la ruptura de España”. También quedan en una situación complicada entidades como Societat Civil Catalana, que este mismo sábado presentó una denuncia ante el juez de guardia.

Mas presionará a Esquerra

Y en el otro lado, ¿qué ocurre? El President Mas quería algún tipo de votación para dejar claro que él se comprometió a ello y que lo ha logrado. Le dejará margen para convocar o no elecciones anticipadas. E inyectará presión a Esquerra Republicana, que se sigue negando a formar una candidatura conjunta de cara a esas elecciones que debería tener un carácter plebiscitario, según Mas.

La participación será determinante. Más allá de que “no tendrá ningún efecto”, como defendió Rajoy, si acuden a esas urnas de cartón cerca de dos millones de catalanes, el soberanismo entenderá que ha cubierto el expediente. Pero si lo supera con creces, lo que implica que en las urnas también habrán votos contrarios a la independencia, las implicaciones para toda la política catalana y española serán importantes.

Si existe un porcentaje respetable de ‘noes’, ¿en qué situación quedarán partidos como el PP catalán, la actual dirección del PSC, o Ciutadans?

La agenda ya es soberanista

Cataluña llega a este domingo con algunas lecciones aprendidas. La primera, y la más importante, es que, con razón o sin ella, la agenda la marca el soberanismo, con el Govern ya rendido a esas tesis, con los medios de comunicación públicos, y no sólo públicos, en esa línea.

La segunda es la inacción o incapacidad de una parte importante de la sociedad civil –la que manda en la mayoría de instancias—que no quiere enfrentamientos, que también mira hacia otro lado, y que cree que nunca pasa nada, hasta que pasa, como se demostró en un acto de esa semana en el Hotel Princesa Sofía, donde se ovacionó al President durante varios minutos.

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