Los sindicatos plantean una huelga tras un nuevo recorte salarial a los funcionarios

La Xunta rebajará un 4% la retribución de los trabajadores públicos en 2013

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Los funcionarios de la Xunta tendrán que afrontar un nuevo recorte el próximo año. El Gobierno gallego reducirá un 4% el sueldo de los trabajadores que dependen de la Administración autonómica. El recorte se aplicará sobre el complemento específico que reciben los empleados públicos en sus pagas extra, única parte del salario sobre la que puede actuar la Xunta.

La medida fue anunciada a los sindicatos este viernes en dos reuniones paralelas con la conselleira de Facenda, Elena Muñoz, y con el director xeral de la Función Pública, José Barreiro Díaz, provocando una enorme indignación entre los trabajadores. La reunión mantenida con Barreiro Díaz en la Escola Galega de Administración Pública –en Santiago– acabó con una intervención policial, después de que los sindicalistas amenazasen con retener en la sala a los altos cargos de la Xunta hasta que se personase en el edificio Alberto Núñez Feijóo.

La trifulca acabó sin mayores incidentes, pero el enfado de los trabajadores se mantiene. Se sienten engañados por Feijóo, que aseguró antes de las elecciones que no pediría ningún esfuerzo más a los funcionarios. Y “timados”, en palabras de representantes de la CIG, por la Xunta, que insistió en que la buena salud de las cuentas públicas evitaría nuevos recortes. En los sindicatos anunciaron ya un periodo prolongado de protestas que irán más allá de las movilizaciones. Tanto CSIF como CIG reconocieron a Economía Digital que plantearán al resto de centrales –CCOO y UGT– la posibilidad de una huelga sectorial. “Buscaremos la unidad sindical para dar una respuesta proporcional a la agresión recibida”, aseveró José Brunete, responsable del área pública de CSIF.

La Xunta yerra el discurso

El anuncio de una nueva rebaja salarial ha sido interpretado por los sindicatos como una “estafa”. Consideran que se les engañó antes de las elecciones con el objetivo de recabar votos. Pero la indignación se ha incrementado todavía más por el discurso de la Xunta, que presentó el recorte como una “recuperación” salarial del 3%, después de que en 2012 los funcionarios perdieran un 7% de su salario debido a la eliminación de la paga extra de Navidad.

“Cómo se puede ser tan caradura de presentar el recorte como si ganásemos un 3% de retribución –espeta Fernando García, de la CIG–. Sobre todo cuando otras administraciones públicas no van a sufrir esta bajada, que es exclusiva de la Xunta”. En la misma línea, José Brunete, resume el sentir de los trabajadores como una “tremenda sensación de fraude y engaño por parte del presidente de la Xunta. Yo no me creo que los números cuadrasen hace dos meses y medio y ahora no”, sentenció.

Despidos

En la hoja de ruta de la Xunta se manejaban dos alternativas para adelgazar la carga sobre el erario público e iniciar así el camino para cumplir los objetivos de déficit. La que se presentó a los sindicatos fue la rebaja salarial. La otra contemplaba el despido de cerca de 3.000 empleados, entre interinos y personal laboral de la Administración. Esta segunda opción ni siquiera llegó a plantearse ante los representantes sindicales.

El Gobierno gallego aplicará el recorte sobre el complemento específico que reciben los funcionarios en función de su categoría. La concelleira de Facenda, Elena Muñoz, destacó que este mecanismo facilita que la rebaja salarial sea proporcional y “progresiva”, de manera que los sueldos más altos perderán un 5% y los más bajos en torno al 2%. La Xunta no ha explicado aún de qué manera se aplicará el recorte para los interinos y personal laboral de la Administración.

Un 20% menos de poder adquisitivo

“Los trabajadores públicos ya hemos demostrado una gran capacidad para solidarizarnos con los problemas de este país”, insiste Brunete. Al calor de la crisis, los últimos años han sufrido tres congelaciones salariales, un recorte del 5% aplicado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, un recorte del 7% por la eliminación de la paga extra que estableció el Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy y, en el caso de los trabajadores de la Xunta, afrontan ahora una nueva rebaja salarial del 4%. “Hemos perdido más de un 20% de poder adquisitivo y nos movemos en un sueldo medio de 1.300 euros. Dicen que somo privilegiados, pero muchos funcionarios acabarán viviendo en el umbral de la pobreza”, concluye Brunete.

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