Los peritos se ponen del lado de las víctimas de Angrois

Expertos de parte de la defensa del maquinista destacan irregularidades en la línea de Angrois, así como los riesgos para la seguridad en el trazado

El Alvia siniestrado en la curva de Angrois

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Este jueves han pasado por los juzgados de Santiago en calidad de peritos dos expertos designados por la defensa del maquinista del tren Alvia que descarriló en Angrois, en cuyas declaraciones han dejado patente que hubo «irregularidades» en la señalización de la vía, en el libro horario y en el cuadro de velocidades máximas, así como que «se olvidó por completo» el factor humano.

Por un lado, ha comparecido Ángel Luis Sanz Cubero, un maquinista y formador de profesionales que realizó un informe sobre señalización y cómo debe estar la vía. Y por otra parte, Pilar Calvo Holgado –licenciada en Psicología, máster en Ergonomía y experta en Fiabilidad Humana–, que aborda en su informe los factores humanos y organizacionales derivados de los análisis de riesgo.

El primero de ellos ha señalado que «la vía no estaba bien señalizada de acuerdo a las normas vigentes», «lo que es fundamental para que se produjera el accidente». Y es que «debía estar señalizado con señales para avisar que tenía que ir frenando y que controlaran la velocidad del tren», explica Prieto.

Abunda en que «al no hacerse así», «todo queda en manos del maquinista en una conducción manual», de forma que «si pierde la conciencia situacional no sabe dónde está en una línea de 32 túneles en 38 minutos y cree que está en el túnel anterior». «Evidentemente, cuando te das cuenta y quieres frenar pues ya es tarde», explicó Manuel Prieto, el abogado de Francisco José Garzón, el maquinista investigado en la causa.

El factor humano en el accidente de Angrois

El abogado ha realizado estas declaraciones en el descanso entre ambas declaraciones. Así, ha expuesto que la perito Pilar Calvo «se va a ratificar plenamente en su informe», y su intervención pasa por que «no se hizo absolutamente nada», pues «no solo no hay análisis de riesgos», sino que «el factor humano se olvidó por completo».

«El factor humano, como dice la ERA (la Agencia Ferroviaria Europea), es esencial en los riesgos ferroviarios», resalta Manuel Prieto, dado que «la normativa obliga a que las empresas realicen análisis de los factores humanos, y tienen que prever dónde un humano puede fallar y qué consecuencias si fallara ahí, como sucedió en Angrois»

«Si un humano falla en la curva, tiene un lapsus o una pérdida de conciencia situacional, que es lo que dice Renfe que tuvo, evidentemente, tiene que haber un sistema que evite el accidente y no lo había», reflexiona. «Si monto una línea que tengo que pasar de 200 a 80 (kilómetros por hora) sin ERTMS tengo que analizar, porque eso no es lo normal, y ver qué otras medidas tengo que poner», apostilla.

La defensa de las víctimas

Este jueves, el letrado de las víctimas, Manuel Alonso Ferrezuelo, ha incidido en que «si el ERTMS hubiese estado conectado y hubiera estado instalado en toda la vía» no se hubiese producido el accidente, en eso hay «consenso de todos los peritos, de las defensas y acusaciones». Por ello, ahora la cuestión gira en torno a los análisis de riesgo, «si se tenía que haber hecho con el cambio del proyecto y la desconexión», «como ha dejado bastante claro la ERA en sus informes».

Estas comparecencias ante el juez de ambos peritos llegan más de tres años después de que se hubiesen aceptado sendos informes a la causa que concluyen que la línea ferroviaria entre Ourense y Santiago, en la que se produjo el trágico accidente de Angrois en julio de 2013, debía estar limitada a una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora y no de 200, debido a una «irregularidad» en la ubicación de las balizas..

 

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