Los festivales de cine recortan el guión

Cineuropa y el OUFF pierden 100.000 euros, peligra Cans y se suspende la Mostra de Cinema e Ciencia

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El Festival de Cine Internacional de Ourense (OUFF) se prepara para clausurar su decimoséptima edición, en la que estuvo comprometida su continuidad y que sacó adelante con 100.000 euros menos de presupuesto. Sumando fuerzas con Cineuropa, ha contribuido a situar noviembre como un mes de referencia para la cinefilia en Galicia. Además del color otoñal, ambos comparten idéntico tijeretazo. Cineuropa también recortó en 100.000 euros su presupuesto.

A pesar de las lesiones, los dos grandes festivales de Galicia han podido sobreponerse a los recortes. En pantallas más humildes, los daños han sido mayores. La primera en sumarse al parte de bajas fue la Mostra de Cinema e Ciencia de A Coruña. Sin partida asignada y con escaso margen para preparar el certamen, la organización decidió cancelar la edición de 2012 en la que celebraba su quinto cumpleaños. En 2011, los organizadores –Asociación de amigos da Casa das Ciencias– ya habían advertido que celebraban una muestra “de subsistencia”, con un presupuesto en torno a los 12.000 euros y con el apoyo del Ayuntamiento coruñés. Este año volvieron a llamar a la puerta del Consistorio recibiendo un prolongado silencio como respuesta.

El Festival de Cans (Pontevedra) puede correr la misma suerte. Ha iniciado una campaña de captación de fondos, centrada sobre todo en el patrocinio privado, después de que el Ministerio de Cultura le retirara la subvención de 10.000 euros que recibió para la última edición. Son algunas de las luces que pueden apagarse en la amplia constelación de muestras cinematográficas de Galicia a causa de la temporada de vacas flacas en las cuentas públicas. Así las cosas, en Madrid, según exponen algunos de los organizadores gallegos, ya se empieza a hablar de concentrar la oferta para potenciar un gran festival de referencia. Mientras, los más pequeños apelan a la creatividad para buscar vías de financiación.

La Xunta debe 47.000 euros en Ourense

El OUFF, heredero de las Xornadas de Cine de Ourense, está preparando su jornada de clausura. Es una buena noticia para la organización, que en mayo temía por la continuidad del festival. La Diputación ourensana salió del consorcio que gestiona el festival, y con ella se fueron los 90.000 euros que venía aportando a su organización.

El problema principal para el OUFF era la falta de liquidez. Agadic (Axencia Galega das Industrias Culturais) apoyó la muestra ourensana pero hasta hace dos meses adeudaba al certamen 73.000 euros en las subvenciones concedidas desde el año 2010. En la actualidad, la cifra se ha rebajado hasta los 47.000.

“Trabajamos con la idea de que ese dinero se nos pagará algún día, aunque sea por la vía judicial”, expone Diego González, administrador y portavoz del festival. “Estamos intentando ingresar más, por ejemplo, rebajando el precio de los abonos para aumentar las ventas. Entendemos que la situación no es alentadora para nadie y no nos quejamos, pero también hay que decir que todo lo que sea cultura parece estar mal visto. Efectivamente, está mal visto que pienses demasiado”, asevera. El OUFF maneja un presupuesto de 350.000 euros, 100.000 menos que hace un año.

Cineuropa sube el precio

El festival compostelano Cineuropa presenta una programación abrumadora, a pesar de sufrir un recorte de 100.000 euros para la última edición. Programará 180 proyecciones, una media de 15 diarias, que comenzaron el 8 de noviembre. En tiempos de ajuste, fue capaz de incrementar su oferta, sumando a las sesiones cinematográficas un calendario de conciertos.

En contrapartida y como única vía para “mantener la calidad” del festival “a pesar de la crisis”, la organización ha subido el precio de las entradas de tres a cuatro euros.

Vías alternativas

La Mostra de Cinema e Ciencia de A Coruña cayó porque “nadie nos aseguraba que íbamos a tener dinero para ponerla en marcha”, explica el presidente del colectivo organizador, Javier Novelle. “En un momento de cambio político –el Partido Popular gobierna la ciudad desde 2011–, se produce una paralización de las partidas destinadas a este tipo de eventos, relacionados con la imagen del Gobierno anterior y, por otro lado, destinados a públicos minoritarios, lo que puede retraer a las instituciones. Al no tener respuesta nos quedamos sin tiempo y decidimos cancelar”, expone.

La suspensión después de cuatro años vino precedida de un recorte “brutal” en las partidas que recibía la Mostra. En su reflexión, Novelle acepta las dificultades económicas que atraviesan las cuentas públicas, pero también matiza que la cultura casi siempre es de las primeras damnificadas. “El otro evento que organizamos, el Día de la ciencia en la calle, tampoco está garantizado, pero intentaremos buscar alternativas, como la colaboración del Muncyt (Museo Nacional de la Ciencia y la Tecnología) para poder llevarlo a cabo”.

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