Los brigadistas cargan contra la coordinación: «Cada uno va por libre»

Los operarios del servicio público alertan también de la falta de medios, la poca previsión y la ausencia de avituallamiento

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Los equipos de extinción que estos días trabajan para frenar el avance del fuego en Galicia alzan la voz ante la descoordinación y la falta de medios a la hora de realizar su labor. «Ni una botella de agua ni un bocadillo, y cada uno va por libre», aseveran varios miembros de los equipos de extinción.

José Manuel López es uno de los miembros del servicio público de defensa contra incendios, de la Xunta. Él ha estado trabajando en los fuegos de Navia de Suarna (Lugo), Soutomaior (Pontevedra), Vimianzo y Cee (Costa da Morte), en los que pudo constatar que el caos es «total», hasta el punto de que el panorama le recuerda al de 2006: «Llegas y tienes empresas de todo tipo, brigadas de los ayuntamientos, la UME –Unidad Militar de Emergencias–… Se supone que los que coordinan son los técnicos y los agentes, pero es un desastre», indica.

Material obsoleto

En este sentido, critica que no haya «ningún tipo de previsión, ni avituallamiento» así como el hecho de que los equipos de comunicación sean diferentes en función del organismo, lo que dificulta la coordinación. La maquinaria, denuncia, «tiene 20 años», y la que es nueva «no funciona como debería», pese a cumplir los requisitos técnicos.

«Cuando se acumulan incendios es cuando más se nota la descoordinación», constata Héctor López, brigadista y presidente del comité de empresa de Seaga en Lugo, que el pasado martes se desplazó hasta Caldas de Reis con su equipo para participar en la extensión del incendio que se extendió hasta Vilagarcía y que, aunque este jueves ya está controlado, ha arrasado al menos unas 300 hectáreas de superficie arbolada.

Carencias

Las brigadas de esta empresa pública están compuestas por cuatro personas –antes eran cinco–, pero López apunta que en algunos casos solo hay tres, por alguna baja no cubierta, aunque no es el caso del suyo. También, a pesar de que reconoce que el material del Seaga «mejoró» en los últimos años, matiza que en las brigadas de los ayuntamientos sí que hay más carencias, «algunas están mejor y otras peor, depende del sitio».

Como él, Luis Montenegro, brigadista del servicio público de la Xunta del distrito correspondiente a Vilalba, en la Terra Chá (Lugo), también está siendo desplazado estos días. De hecho, en la tarde de este jueves él y el resto de su brigada han sido llamados para acudir al gran incendio forestal que ha calcinado ya 500 hectáreas en Porto do Son (A Coruña), y que obligó a desalojar a unas 700 personas. «Me han comentado que hay mucha descoordinación, y que están haciendo turnos de muchas horas sin agua ni bocadillos… Y con el calor que hace… No sé si es que no quieren gastar, o qué».

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