López Chaves cierra la etapa más gris del Puerto de Vigo, con menos ingresos y beneficios

Su sucesor al frente de la autoridad portuaria hereda el conflicto judicial de la Plataforma Logística de Salvaterra y una autopista del mar que no acaba de despegar

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El flamante superdelegado de la Xunta en Vigo, hasta la semana pasada presidente de la autoridad portuaria, no pasará a la historia de la rada viguesa como un brillante gestor. De hecho, Ignacio López Chaves, que accedió a la presidencia en junio de 2011, sustituyó a una política en el cargo, Corina Porro, y será reemplazado casi con toda seguridad por otro compañero de filas, Enrique López Veiga. En estos cuatro años, Ignacio López Chaves no ha variado un ápice el uso que el PP ha dado a la autoridad portuaria viguesa, que no es otro que el de baluarte contra Abel Caballero, el alcalde socialista.

Más allá de los posicionamientos políticos de López Chaves, que los ha habido y mucho, su gestión requiere ser medida con números. Y ahí es donde el puerto gallego con mayor actividad industrial en su hinterland cojea. López Chaves deja un puerto con menos ingresos y menos beneficios, y también con algo menos de deuda.

Pobres resultados

Al cierre de 2014, la Autoridad Portuaria de Vigo presentó unos ingresos de 24,1 millones de euros, ligeramente por debajo de los 24,6 alcanzados en 2013. Sus beneficios en el último año de gestión de López Chaves fueron de unos exiguos 155.000 euros, casi cinco veces menos que los obtenidos en 2013. El beneficio de explotación, el que marca realmente la actividad del puerto, se quedó en 640.000 euros, frente a los 947.000 euros obtenidos un año antes.

El puerto de A Coruña, en cuanto a beneficio de explotación (no tiene en cuenta su deuda ni la carga financiera) logró rebasar el año pasado al de Vigo: 767.000 euros. Y si se busca la referencia un poco más al norte, en Ferrol, las diferencias son abismales en cuanto a gestión, siendo un puerto mucho más modesto y con menos ingresos (18,9 millones). El año pasado, Ferrol logró 5,7 millones de euros de beneficio neto, frente a los 6,4 millones de un año antes. Este nivel de ganancias contrasta con el mínimo beneficio de Vigo y las pérdidas de A Coruña.

Los líos de la Plisan

En su balance cabe destacar el impulso al tráfico de cruceros, en línea con las directrices de Puertos del Estado y siguiendo otras iniciativas similares, como en A Coruña. Sin embargo, López Chaves deja algún problema por resolver que se enquista en el tiempo. Por ejemplo, el conocido como conflicto de la Plisan, la plataforma logística de Salvaterra.

La Autoridad Portuaria participa en un 60,5% en el proyecto logístico,  y le acompañan la Zona Franca y el Instituto Galego da Vivenda e Solo. El presupuesto de la participación de la Autoridad Portuaria de Vigo asciende a 84,3 millones de euros, teniendo aprobadas subvenciones por importe 10,5 millones de euros.

Más incertidumbres

Cuando llegó López Chaves al puerto, ya se había fallado la sentencia por parte de la Sección Quinta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, por la que se anulaba parcialmente el proyecto sectorial, que da soporte a la actuación, por incluir en el ámbito de la plataforma logística terrenos clasificados como no urbanizables de especial protección forestal.

Sobre este proyecto, según las propias cuentas del 2014 de la autoridad portuaria, pesa además la incertidumbre del valor de los terrenos, derivado de la litigiosidad planteada sobre los mismos. Para rematar una gestión gris, López Chaves no logró enderezar el rumbo de la Autopista del Mar, que enlaza Vigo con Nantes-St Nazaire. Siempre había algún balón fuera, derivando responsabilidades en otras administraciones para justificar los retrasos del proyecto. En este aspecto sí que demostró su perfil político.

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