Las cuentas de la Xunta pierden 3.000 millones en cuatro años

El Gobierno gallego dispondrá de 8.479 millones para el próximo año, un 2,5% menos que en 2012

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La Xunta no se ha permitido ninguna alegría en las cuentas del próximo año. Conforme con su política de austeridad, y con el techo de gasto que impuso en el mes de agosto, manejará el presupuesto más bajo desde hace casi una década. Contará con un gasto no financiero de 8,479 millones de euros, un 2,5% menos que el gasto ajustado de 2012 –la caída antes del ajuste, que se produjo por la reducción en las transferencias del Estado, sería del 7,7%–. En los últimos cuatro años, el Gobierno galego ha adelgazado sus cuentas cerca de 3.000 millones y hay que remontarse hasta 2004 para encontrar una Xunta con presupuestos más bajos.

Los motivos son conocidos. El Ejecutivo gallego trabaja con una previsión adversa. Calcula una caída del 0,9% en el producto interior bruto (PIB) y un nivel de desempleo que alcanzará el 21% en 2013. El objetivo de déficit, irrenunciable para Núñez Feijóo, aprieta todavía más el cinturón autonómico. La Xunta se ha comprometido a pasar del 1,5% actual al 0,7% a finales de 2013. El gasto por el pago de deuda será de 299,3 millones, un 10,1% más.

Entre estos estrechos márgenes se ha movido el Consello da Xunta de este jueves, el último del año, desde donde se remitirá al Parlamento el proyecto de Lei de Orzamentos para que sea tramitado y entre en vigor el 1 de marzo de 2013. Hasta entonces, se prorrogarán las cuentas de 2012 durante los dos primeros meses del año.

Servicios públicos

La Xunta, con Alberto Núñez Feijóo y la conselleira de Facenda, Elena Muñoz, a la cabeza, ha defendido los presupuestos asegurando que son “realistas”, “rigurosos”, garantía para el blindaje del autogobierno y los servicios públicos. A este último apartado destinará el Gobierno gallego 77,1% de los fondos disponibles.

Muñoz ha reconocido también que son unos presupuestos difíciles. Manejarán un gasto inferior en 222 millones al del año pasado, acumulando cuatro años consecutivos de reducciones. Ha sido necesario, por tanto, hacer «un esfuerzo de priorización» para compatibilizar la reducción del déficit, mantener los servicios públicos y «sentar las bases» para el crecimiento económico, según la conselleira.

Entre las partidas que crecerán en 2013 están la de Risga –Renda de Integración Social–, que sube un 40% (hasta los 32,7 millones); la de ayudas de Emerxencia social, que aumentan un 59% (hasta los 4,5 millones); la de transporte escolar, que se incrementa un 0,5% (hasta los 120,4 millones); y la de becas universitarias, que crece un 2% (hasta los 3,2 millones).

Fondo de crecimiento

Hasta aquí, el discurso de la Xunta discurre por los cauces previstos. Continúa con el ajuste iniciado en 2011 para cumplir con los objetivos de déficit, destinando la mayor parte del presupuesto al mantenimiento de los servicios públicos esenciales. El nivel de endeudamiento se mantiene también en buena línea, por debajo de la media estatal.

Para las políticas de estímulo a la economía, sin embargo, queda escaso margen. Núñez Feijóo se ha marcado como objetivo para esta legislatura retomar la senda del crecimiento económico en Galicia, que se desarrollará en dos años de equilibrio financiero –2013 y 2014– y dos años en los que crecerá la economía –2015 y 2016–, todo según las previsiones del Ejecutivo. En el proyecto de Lei de Orzamentos se incluye un fondo de crecimiento dotado con 386 millones de euros que, según ha transmitido la Xunta, debe entenderse en este esquema.

El objetivo del fondo es “sentar las bases en los primeros dos ejercicios de la legislatura que permitan que la economía gallega vuelva a crecer en la segunda parte”, informa la consellería de Facenda. Para ello, la partida presupuestaria se destinará a favorecer la creación de empresas y su acceso a los mercados y a la financiación, reforzar la internacionalización, modernizar el tejido industrialo fomentar el empleo de las TIC, entre otras medidas. Pero más que una apuesta firme, se trata de una medida a largo plazo.

Medidas fiscales

Las medidas fiscales están en la línea del estímulo a emprendedores, para quienes la Xunta, si cumple lo prometido, pondrá en marcha una ley específica durante esta legislatura. El proyecto de Lei de Orzamentos incluye una deducción del 100% del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados con un límite de 1.500 euros para adquirir locales que se destinen a empresa o negocio familiar. Esta misma deducción se aplica para préstamos y créditos hipotecarios para financiar la compra. También se aplicará una deducción del 20% del IRPF en las inversiones para crear nuevas empresas hasta un límite de 4.000 euros, y se duplicará la deducción por comprar acciones de nuevas empresas (hasta un límite de 8.000 euros).

Aunque lo más llamativo en materia fiscal es la equiparación del impuesto de transmisiones patrimoniales (TPO) al IVA, con lo que el primero sube al 10% –Galicia lo mantenía en el 7%–. En su exposición, la conselleira de Facenda, Elena Muñoz, ha indicado que la intención es no «penalizar» la compra de vivienda usada, en la que se paga el impuesto de transmisiones, respecto a la adquisición de vivienda nueva, en la que se abona el IVA.

Así, para los bienes inmuebles pasa al 10%; para los bienes muebles, al 8% y para los actos jurídicos documentados, al 1,5%. No obstante, el Gobierno gallego ha informado de que se aplicarán tipos reducidos para quienes adquieran vivienda habitual y tengan un patrimonio inferior a 200.000 euros, así como para los discapacitados, las familias numerosas con un patrimonio inferior a 500.000 euros y para los menores de 36 años con un patrimonio inferior a 200.000 euros.

Funcionarios

La Xunta ha aprovechado los presupuestos del próximo año para poner parches en alguna de las heridas que permanecían abiertas. La más reciente, el recorte de un 4% a los trabajadores públicos dependientes del Gobierno autonómico en el salario del próximo año, que servirá para ahorrar 125 millones de euros al erario público.

Tras esta medida, y con cerca de 300 funcionarios manifestándose frente a la sede de la Xunta en Santiago, el Gobierno gallego decidió habilitar a los trabajadores públicos un anticipo del 50% de la paga extra de verano. El mecanismo recogido en los presupuestos permite a los funcionarios solicitar voluntariamente dicho anticipo para que se incluya en su nómina del mes de enero. La iniciativa no resuelve el conflicto con los trabajadores. Es más bien una muestra de complicidad ante la cadena de protestas contra la rebaja salarial que preparan los sindicatos.

Ingresos y gastos

En el balance general, los ingresos continúan al alza, aunque débilmente, y los gastos se reducen, tanto los corrientes como los de capital. Eso sí, sin contabilizar los compromisos de deuda.

Los ingresos aumentan en 35 millones de euros en las cuentas de 2013 –un 0,4%– hasta un total de 7.984,1 millones, fundamentalmente por el incremento de las transferencias del sistema de financiación autonómica. En concreto, la Xunta espera un aumento del 3,8% en impuestos indirectos; del 11,6% en tasas, precios públicos y otros impuestos; del 6,1% en ingresos patrimoniales; y del 1,9% en transferencias de capital.

Bajarán, sin embargo, un 2% los impuestos directos; un 2,7% las transferencias corrientes; y un 5,7% la enajenación de inversiones reales. La Xunta tampoco ha puesto en marcha una medida impositiva específica para las rentas altas, solicitada por los partidos de la oposición, para aumentar su recaudación.

En cuanto a los gastos, los clasificados como corrientes caen un 2,2% –159 millones de euros– y los de capital –transferencias de capital e inversiones reales– bajan un 5%, hasta los 1.362,5 millones.

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