La Xunta tramita permisos para buscar oro sobre más de 70.000 hectáreas
Un estudio de Salvemos Cabana muestra que varias decenas de concesiones en distintos momentos de tramitación se reparten por todo el territorio gallego
Galicia es una mina. Es una vieja frase de los colectivos contra la minería agresiva para denunciar la proliferación de permisos de investigación en distintas fases de tramitación que están vigents en el territorio gallego.
El colectivo Salvemos Cabana ha cotejado los datos del censo minero de Galicia y del catastro del Ministerio de Industria para diferenciar cuántas parcelas son susceptibles de acoger investigaciones mineras en busca de oro. El resultado es que más de 70.000 hectáreas repartidas por toda la comunidad están pendientes de varias decenas de concesiones que han comenzado a tramitarse y continúan activas.
En este sentido, desde el colectivo ecologista advierten que en la mayor parte, a excepción de la zona de arenas auríferas del Miño, el mineral se encuentra contenido en roca, lo que conllevaría la generación de inmensas cantidades de residuos y la utilización de cianuro de sodio durante esta última fase.
Planta de cianuración
La enorme extensión de exploración que se contempla supone que, de prosperar los proyectos, será necesaria la construcción de una planta de cianuración, ya que la única existente está en Asturias, cuya balsa «difícilmente» admitirá residuos de fuera del Principado.
De hecho, desde Salvemos Cabana recuerdan que en la solicitud del permiso de investigación Julia-2 del proyecto de Corcoesto, Edgewater ya reconocía su interés en obtener «todos los derechos mineros disponibles» en yacimientos «que por su reducido tamaño sólo podrían ser económicamente explotados en el caso de poder beneficiarse de una planta de tratamiento ya en funcionamiento y próxima». De haberse aprobado, añaden, las balsas de residuos de Corcoesto hubieran albergado residuos tóxicos procedentes de distintos puntos del territorio gallego.
Política industrial
Ante esta realidad, la plataforma lamenta la «permanente apuesta» del Gobierno autonómico del PP por el neoextractivismo, «ya sea utilizando en beneficio de su ideario ideológico el Plan Sectorial de Actividades Extractivas, transformando a su conveniencia el Plan Director de la Red Natura 2000 o firmando convenios con la patronal minera bajo la sombra falaz de eufemismos como los de minería responsable o minería sostenible».
