La Xunta quema en los incendios más del 65% de los fondos para el desarrollo forestal

Contas certifica que parte de las inversiones presupuestadas para ordenación y promoción no se ejecutan; Medio Rural monta en cólera y acusa al órgano fiscalizador de desconocer la realidad del sector

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Poco antes de que una nueva ola de incendios golpease Galicia, el Consello de Contas emitía un informe sobre el programa de ordenación de las producciones forestales, que engloba las ayudas e inversiones de la Xunta, en torno a unos 50 millones anuales, para la puesta en valor del monte gallego.

El periodo analizado, de 2010 a 2013, se relaciona con las partidas destinadas a la prevención y extinción de incendios, extrayendo el ente fiscalizador dos consideraciones. En primer término, que los fondos destinados a políticas contra incendios están disparados mientras los de ordenación forestal menguan. En segundo lugar, que una parte de los programas presupuestados para el desarrollo del sector no se ejecutan o sólo de manera parcial.

El Plan Forestal, pero al revés

Respecto al primer punto, el Consello de Contas es rotundo: «Mientras el Plan forestal contemplaba como porcentaje de inversión en prevención de incendios un 13,20% del total frente a un 86,80% de la inversión para fomento de las políticas forestales, la realidad presupuestaria del quinquenio muestra cómo se invierte ese porcentaje».

Es decir, la Xunta quema el presupuesto en los incendios. Y Contas comienza a enumerar:

De los 820 millones programados para el periodo 2008-2012, el 66,4% fueron a parar a la prevención y extinción de incendios, mientras que que solo un 33,5% se utilizaron para políticas de desarrollo forestal.

Tendencia al alza

A partir de 2013 los porcentajes se disparan. La Xunta reservó a las políticas de prevención y extinción de incendios un 60,63% del presupuesto aprobado, relegando el 39,37% restante a las tareas de ordenación de las producciones forestales. Sin embargo, a la hora de ejecutar los fondos, el 71,6% acabó devorado por el fuego.

En los presupuestos aprobados para los ejercicios 2014 y 2015 se incrementan aún más los recursos destinados a combatir los incencios, que alcanzan porcentajes del 66,51% y 69,45% respectivamente, constituyendo los valores más altos de los ocho últimos años, asegura el ente fiscalizador.

Programas que no se ejecutan

Respecto al segundo punto, las políticas de ordenación forestal y desarrollo del sector, Contas reconoce dificultades para conocer la ejecución de fondos de la Xunta, si bien asegura que en los ejercicios 2012 y 2013 «determinados proyectos no se llegaron a ejecutar o su grado de ejecución fue muy escaso».

Engloba en esta categoría a los programas de «estructuración del sector forestal primario, la certificación forestal o la ordenación forestal de las masas arboladas».

Matiza, en cambio, que otros proyectos alcanzaron un grado de ejecución satisfactorio, como «la lucha contra plagas y enfermedades forestales, la transferencia de material de repoblación, o a la creación, mejora y mantenimiento de infraestructura forestal».

Fracaso de los Sofor

Contas constata un fracaso de los Sofor, agrupaciones de propietarios impulsadas por Medio Rural para producir y gestionar las parcelas de manera conjunta. Señala que es «la única medida adoptada por la Administración para concentrar la propiedad», que en Galicia se caracteriza por pequeños terrenos repartidos en múltiples propietarios.

«Los proyectos presupuestarios formulados en los ejercicios 2012 y 2013 para la estructuración del sector forestal primario fijaron como indicadores de cumplimiento la inscripción de 50 Sofor y 5.000 productores beneficiados. Sin embargo, en ninguno de los dos ejercicios se ejecutaron estos indicadores», dice el informe.

De hecho, en la actualidad existen solamente cinco Sofor, unas 800 hectáreas y 300 propietarios que operan conjuntamente. Contas recomienda buscar otras fórmulas pues ni siquiera las ayudas activadas para la promoción de estas agrupaciones tienen solicitudes.

De los fondos europeos, se ejecutan la mitad

Buena parte de la política forestal está financiada por los fondos Feader procedentes de Bruselas y se canalizan a través del Programa de Desarrollo Rural. Explica Contas que la ejecución de estos fondos «presenta un resultado promedio próximo al 80%», aunque con muchos matices.

El primero sería que «los objetivos asignados a cada medida presentan con carácter general resultados discretos». También detecta que las dotaciones para el programa han experimentado una fuerte caída, sobre todo en los años 2011 y 2012, que recortaron 13 millones el presupuesto.

En 2013, la dotación volvió a subir pero sólo se ejecutaron «el 50%» de los fondos. Y concluye Contas: «Mientras los fondos ajenos se incrementan, los fondos propios que cofinancian estas operaciones –se refiere a las aportaciones de Xunta y Estado– se vienen reduciendo a través de modificaciones presupuestarias a lo largo de los seis ejercicios».

En el análisis del PDR, Contas dice desconocer a qué actuaciones se destinaron 1,53 millones que fueron presupuestados para los ejercicios 2012 y 2013.

I D forestal

Respecto al fomento de la innovación en el sector forestal, Contas apunta que, «aparte de las actuaciones de investigación realizadas por el Centro de Investigación de Lourizán, la Administración forestal no desarrolló en el período fiscalizado otros proyectos dirigidos a incrementar el nivel tecnológico en el sector forestal y favorecer la competitividad».

Tampoco se ejecutó el programa de ayudas para la creación de empresas y mejora de empresas de trabajo forestal en los años 2012 y 2013. Sería al año siguiente, en 2014, cuando la Xunta otorgó subvenciones a 18 empresas.  

Enfado de Medio Rural

No gustó el análisis al director xeral de Ordenación e Produción Forestal, Tomás Fernández-Couto, que en su escrito de alegaciones clama contra la incomprensión de Contas respecto al «despliegue equilibrado y eficaz» de la política contra incendios de la Xunta.

El gasto que el informe «una y otra vez contempla como no asumible, inadecuado y lesivo», Medio Rural lo considera de lo más adecuado. Y los reproches solo pueden responder «a un desconocimiento» de la realidad de los incendios, dice el texto firmado por Fernández-Couto.

«De qué sector forestal estaríamos hablando si el éxito en la lucha contra los incendios no devolviera a los gallegos la confianza en las potencialidades del monte», asevera el documento.

Cifras distorsionadas

Medio Rural alegaba también que Contas, en su consideración sobre el deficiente desarrollo del Plan Forestal, no había tenido en cuenta las inversiones realizadas por otros departamentos distintos de la Dirección Xeral de Montes.

Entre estas actuaciones estarían acciones de concentración parcelaria de montes, líneas de inversiones con cargo a los programas Leader, ayudas para las industrias de transformación de la madera o inversiones en materia de sanidad forestal.

«El desarrollo del Plan Forestal y de las inversiones de apoyo a las producciones y al sector desbordan sorprendentemente la formulación del informe».

Contas rechazó estas alegaciones y solo retiró una de sus recomendaciones, en la que instaba a Medio Rural a destinar ayudas a la industria de la primera y segunda transformación de la madera. Esta competencia recaería sobre la Consellería de Economía pues Medio Rural carece de líneas de subvenciones para estas industrias.

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