La Xunta crea ‘minijobs’ de menos de 400 euros

Trabajadoras de las residencias de mayores de la Consellería de Política Social se movilizan contra la creciente contratación de personal por horas y de fin de semana

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Personal de la Xunta, en su mayoría mujeres, se rebela contra los minijobs que se está popularizando en los servicios que presta la Consellería de Política Social. Concretamente, las empleadas de las residencias de mayores públicas, recogen firmas en contra de una práctica que genera precariedad laboral con salarios en algunos casos están por debajo de los 400 euros mensuales por un contrato de fines de semana. Los profesionales sin plaza fija se ven obligados a aceptar estas propuestas para no ser expulsados de las listas de contratación. La consellería se ampara en la legalidad de su actuación y justifica que se hace por «urgencia» y para mantener la «eficiencia» del servicio.

De 145 plazas creadas en la última RPT (Relación de Puestos de Trabajo) de Política Social, entonces todavía denominada Traballo e Benestar, 53 son de fin de semana. «Es una precarización total del trabajo: sacas a la vez gente de las listas del paro y a la vez estás generando unas falsas expectativas porque no se cubren las necesidades reales», apuntan desde el sindicato CSIF, que aglutina a trabajadores de la administración pública. No solo los sindicatos censuran esta práctica. Algunos trabajadores se han organizado por su cuenta para alzar su voz contra esta situación. Es el caso de la auxiliar de enfermería Ángeles Conde, que ha lanzado una petición en la plataforma Change.org. En una semana ha recogido cerca de 200 firmas.

En esta denuncia titulada «contratos precarios Xunta de Galicia» se dirige al presidente Feijóo en contra de la creación de «unas que consideramos plazas precarias –dice el texto publicado por la auxiliar sanitaria-, denominadas plazas de fin de semana, media jornada, tercio de jornada, octavo de jornada…» y añade que supone «un grave perjuicio para el personal adscrito a esta modalidad contractual debido a la imposibilidad de construir un proyecto de vida como consecuencia de una insuficiencia salarial, penalizada a mayores por las distancias de los domicilios de este personal a los centros de trabajo».

La espiral perversa de las listas de contratación

Los empleados se quejan de que el propio sistema instaurado por la Xunta garantiza la cobertura de estos minijobs aún cuando al trabajador no le interese el puesto. El motivo es que el decreto 37/2006 que regula las listas de contratación del personal interino penaliza y deja fuera a quien rechace cualquier trabajo propuesto. Así, si se niega a un contrato de fin de semana, pierde la opción de acceder a otro a jornada completa. «Se ha dado caso de gente de Ourense que va a Vigo a trabajar hora y media», indica desde CSIF.

El problema no es exclusivo de las residencias de mayores. La Xunta contrata también personal por unas horas para escuelas infantiles, centros educativos, servicios de Medio Rural o de Xustiza. La situación se ha ido enquistando desde la «Lei de medidas temporais en determinadas materias do emprego público da Comunidade Autónoma de Galicia» de 2012. Si al principio eran limpiadoras las más perjudicadas por la precariedad, los contratos parciales o de fin de semana se han extendido también al personal de enfermería entre otros. Las últimas tablas salariales publicadas, las de 2015, fijan el salario base de un trabajador del grupo V en 909,27 euros para una jornada completa, con lo que el salario por dos días de trabajo a la semana no llega a los 364 euros al mes, por ejemplo para una camarera de una residencia de mayores.

La consellería se apoya en la «legalidad» y la «urgencia»

Consultada por Economía Digital, la Consellería de Política Social admitió este tipo de contrataciones y justifica que recurre a ellas cuando «necesita personal por razón de urgencia y necesidad con objeto de seguir prestando estos servicios de manera eficiente y eficaz priorizando el bienestar y la satisfacción de sus usuarios». La consellería recalca además que «el movimiento de estas listas cumple de forma estricta con la legalidad y responde escrupulosamente al orden que ocupan los trabajadores» en ellas.

Fuentes sindicales indican que estos minijobs promovidos por la Xunta pueden interesar a algunos trabajadores por motivos de conciliación pero ven injusto que se ofrezca indiscriminadamente en las listas de contratación. Opinan que la solución es un decreto de listas más justo y la creación de puestos de trabajo a tiempo completo para frenar la precarización del empleo, sobre todo femenino.

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