La Xunta admite que cerró el presupuesto en septiembre para cumplir los objetivos de estabilidad

Los socialistas dicen que el Gobierno gallego echó el cerrojo “a todos los efectos” para cuadrar sus cuentas, a costa de las empresas gallegas

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La interventora xeral de la Xunta, Almudena Chacón, admitió este martes que el cierre de las cuentas de la Administración gallega se produjo en el mes de septiembre con el objetivo de “cumplir el objetivo de estabilidad presupuestaria”.

Con todo, Chacón aseguró que este hecho no implicó “dejar de pagar” lo correspondiente a aquellos expedientes ya iniciados, “No impide la recepción de facturas”, aseguró.

Las declaraciones de Chacón obedecen a una pregunta del grupo socialista que, desde hace días, viene denunciando que la Xunta “cerró a todos los efectos” durante el último trimestre de 2011.

“Dejaron facturas en los cajones”

Los socialistas sostienen que la Administración gallega realizó una maniobra contable que provocó el cierre anticipado de las cuentas de la Xunta, con lo que sólo asumieron el pago de actuaciones certificadas antes del 30 de septiembre. Esto provocó, según su versión que “desde el 1 de agosto hasta final de año tan sólo fue comprometido el pago del 6,2% de las actuaciones, 62 millones de euros de los 987 del presupuesto vigente en 2012”.

“La Xunta tan sólo dejo su presupuesto vigente durante nueve meses y a partir de entonces, echaron la llave y pasaron el cerrojo de la Xunta para que las facturas se quedasen en los cajones de las empresas, negando la entrada a cualquiera que no trajese una certificación de obra emitida antes de septiembre”, sostuvo la diputada María José Caride.

En opinión de los socialistas gallegos la Xunta de Galicia habría cumplido con el déficit público “a costa de las empresas y las familias gallegas, que son las que tuvieron que financiarlo”.

Pago en los primeros días del año

Las críticas de Caride no fueron bien recibidas por la Xunta. Según la interventora xeral, en virtud de ese “instrumento”, se regula que únicamente se satisfará el pago de las obligaciones ya contraídas, pero las que establecidas a posteriori “no pueden ser contabilizadas” y, por ello, serán “objeto de pago en los primeros días del año siguiente”.

Chacón apuntó que la Xunta abonó 4.900 millones de euros entre agosto y diciembre del pasado año –el 38% del presupuesto– y fueron contabilizadas obligaciones de pago en el mismo período por 5.313 millones de euros –el 41% del total–. A mayores, en el presente año, son 621, 2 los millones de euros que se abonaron para pagar facturas del año precedente.

Explicado esto, la interventora reiteró que el cierre presupuestario sirve para “facilitar la consecución del equilibrio económico-financiero” en las cuentas y que, por ello, es “un instrumento habitual en todas las administraciones públicas”. 

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