La seguridad de Angrois sigue bajo sospecha un año después del accidente

El paquete de medidas que anunció Pastor 15 días después de la tragedia “está muy lejos de aplicarse”, según los sindicatos

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Dos semanas después de la tragedia ferroviaria de Santiago y con el maquinista del Alvia y los presidentes de Adif y Renfe en el ojo del huracán, la ministra de Fomento anunció un amplio paquete de nuevas medidas de seguridad con el objetivo de que nunca se volviera a repetir semejante catástrofe. Aunque supuso reconocer que la seguridad de Angrois era mejorable, en realidad, las iniciativas de Fomento fueron una muestra de que se reaccionaba tras el accidente, toda vez que nadie iba a asumir la responsabilidad política.

Tras aquel anuncio, se completó la instalación de balizas y cartelones en 349 puntos de la red y esta semana se aprobó duplicar las indemnizaciones a las víctimas de accidentes ferroviarios. Del resto del paquete, nada se sabe, y si hacemos caso a los sindicatos, las medidas tardarán todavía bastante en aplicarse.

Sin consenso para el nuevo reglamento

Portavoces de organizaciones como Semaf y el sector ferroviario de la CGT ponen en duda el grado «real» de ejecución de las medidas de seguridad y destacan, por encima de todo, que será un proceso lento y complejo. Por ejemplo, para adecuar las transiciones entre sistemas de seguridad, como sucede en la curva de A Grandeira, se requerirán grandes inversiones por lo que será necesario realizar la tarea “escalonadamante”, según reconoció el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño González.

Otro aspecto que está «muy lejos de su aplicación real y efectiva» es el nuevo reglamento de circulación. Así lo advierte, el secretario general del Semaf, Jesús García Fraile, argumentando que el Gobierno «tiene que llegar a un consenso» y, a continuación, recibir el «visto bueno» de Europa.

Se acabaron las llamadas al móvil del maquinista

En oposición a dicho consenso, García Fraile apunta al «rechazo generalizado» de los representantes de los trabajadores a la grabación de vídeo en cabina, que consideran una vigilancia del maquinista injustificada, aunque sí ven «bien», indica, la relativa al audio.

En este campo, ha sido licitado el suministro e instalación del módulo de grabación y elaborado un borrador sobre la retirada, custodia y destrucción de las grabaciones en días sin incidencias. Además, se ha incrementado el personal que controla las cajas negras de los trenes y se ha adquirido el software para su análisis automático.

Renfe también ha prohibido que se realicen llamadas al móvil del maquinista salvo causa de fuerza mayor.

Y sin ERTMS todavía

Más pesimista que García Fraile, el representante de la CGT y delegado de Adif en la provincia de Ourense, Ángel Valladares, opina que «muchas de las medidas anunciadas nunca se llegarán a poner en marcha». Valladares destaca que a nivel de viajeros «poco más se ha hecho que la identificación» y «solo por Internet», puesto que si el usuario compra el billete en ventanilla no debe aportar su nombre. La protección de los equipajes en el interior de los vagones está en fase de estudio.

Un poco más avanzado está el sistema de máxima seguridad europeo, el ERTMS del que carecía la línea del accidente. Fuentes de Renfe confirman que las pruebas «han finalizado ya» y «el asunto está en tramitación para su aprobación definitiva». Si es así, Renfe habrá tardado dos años en lograr que el sistema embarcado sea compatible con el de la vía y no provoque problemas de comunicación.

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