La presidenta del Parlamento acusa a la oposición de hechos “ilícitos” y estudia sanciones
Una protesta obliga a suspender el pleno después de que los grupos de la izquierda dejaran al PP solo en la cámara
La tensión se agudiza en el Parlamento galego, después de que su presidenta, Pilar Rojo, decidiera restringir el acceso de los ciudadanos a la cámara. Rojo se reservó el derecho a veto, arrebatándoles a los grupos parlamentarios la potestad de llevar invitados, y estableciendo como filtro su criterio personal. El objetivo, justificó, es “mantener el orden” en la institución. La medida indignó a PSOE, BNG y AGE, que en la sesión plenaria de este martes dejaron sólo al Partido Popular para debatir los presupuestos generales de la Xunta. Se mantuvieron en su escaño los portavoces de la oposición, Pachi Vázquez (PSdeG), Xosé Manuel Beiras (AGE) y Francisco Jorquera (BNG), mientras el resto de diputados salía de la cámara.
El pleno comenzó con este plante y acabó con la presidenta del Parlamento acusando a la oposición de “hechos ilícitos” y aventurando posibles sanciones. Pilar Rojo suspendió el pleno durante varios minutos, después de que accedieran a la tribuna del hemiciclo una veintena de personas del comité de Navantia, que convocó una manifestación frente a la institución para reclamar carga de trabajo y la construcción del dique flotante.
También accedió a la tribuna personal de la Universidad de Santiago, que protestaba contra los recortes. Ambos colectivos, invitados por AGE y BNG, carecían de permiso para entrar en la cámara. Tras seguir la intervención de la conselleira de Facenda, Elena Muñoz, durante unos minutos, interrumpieron el pleno con proclamas. “Trabajo para Navantia”, “queremos trabajar, no mendigar”, “esta é a democracia do PP”, gritaron. Pilar Rojo decidió suspender la sesión.
Posibles sanciones
Tras el receso de unos minutos, Elena Muñoz pudo acabar su intervención y Pilar Rojo interrumpió de nuevo la sesión durante media hora. La presidenta del Parlamento aprovechó el intervalo para lamentar que diputados del BNG y AGE, que acompañaron a los manifestantes en la tribuna del hemiciclo, promovieran los actos “ilícitos. “Sinceramente, creo que no sólo no se tuvo en cuenta una norma de esta Presidencia, sino que se atentó muy gravemente contra una alta institución, y sobre todo, por diputados de esta cámara que tienen derechos y muchas obligaciones», aseguró Rojo.
La presidenta de la cámara advirtió que se analizará lo sucedido y se tomarán “las medidas oportunas”, sin aclarar si estas medidas incluirán sanciones para los diputados o para sus grupos. Consideró, sin embargo, que los hechos ocurridos este martes le hacen «reafirmarse» en la decisión de limitar el acceso del público, y expresó su voluntad de tomar «medidas que garanticen que la cámara es inviolable».
Los presupuestos, en segundo plano
El debate sobre los presupuestos siguió su curso. En el exterior, la policía mantenía blindado el acceso a las instalaciones mientras 300 personas convocadas por los comités de empresa de Navantia y trabajadores de la USC seguían con la protesta.
En el interior, los tres representantes de la oposición aprovecharon sus intervenciones para arremeter de nuevo contra la decisión de Pilar Rojo. «Ustedes sigan cerrando puertas y verán cómo salen a la calle cuando tengan que salir», advirtió Pachi Vázquez.
Xosé Manuel Beiras rememoró la «época de María Antonieta» para recordar las protestas «de la gente que pasaba hambre» y acusó a los populares de la «mutilación política» de la Cámara autonómica. Y Francisco Jorquera aseguró que la insumisión de su grupo parlamentario, el BNG, continuará. «Un Parlamento no puede convertirse en un club privado en el que esté reservado el derecho de admisión», afirmó.