La familia del ex batería de ‘Los Piratas’ pedirá responsabilidades
Su viuda niega que fuese un maltratador y atribuye su comportamiento agresivo a un trastorno bipolar que no trató correctamente su psiquiatra
La familia del Javier Fernández, el bateria de Los Piratas que murió este miércoles tras recibir un disparo de un agente de la Guardia Civil que acudió a una llamada de alerta, anuncia que pedirá «responsabilidades» por lo que consideran «un error» de su psiquiatra al retirarle la medicación para tratar el trastorno bipolar que padecía.
La viuda, Andrea M., ha hecho público un comunicado a través de su perfil en una red social en el que afirma que Javier «era la persona más cariñosa del mundo» y que tenía su enfermedad perfectamente controlada desde hace 10 años, «hasta que su psiquiatra tuvo la brillante idea de retirarle todo el tratamiento», pese a que su familia le pidió en varias ocasiones que no lo hiciese. Asimismo, contradice la versión de la Subdelegación del Gobierno alegando que su marido no agredió a ningún agente. «Hubo tensión, pero no agresión. Fue también víctima de una mala práctica que desencadenó este terrible final», apuntó.
Brote psicótico
La suegra del fallecido, Ángeles, aclaró que la familia «no defiende a un maltratador», sino a una persona que fue víctima de un error médico. Asimsimo, aclara que la llamada realizada fue para alertar de un «brote psicótico» y no de un caso de malos tratos, como apunta la Guardia Civil en un comunicado.
En todo caso, reconoció que su hija sí recibió «un bofetón» del fallecido, pero lo enmarcó en el «momento de tensión» que se estaba viviendo. No obstante, matizó que este hecho «no tiene excusa». Su hija, afirmó, estaba «impresionada por lo que había ocurrido, porque era la primera vez» que aconteció algo similar.
Investigación
El juzgado de instrucción número 2 de Ponteareas es el encargado de investigar los hechos y, a nivel interno, la Guardia Civil informó de que ha abierto una investigación para conocer las circunstancias de esta intervención, «de acuerdo con el preceptivo procedimiento que se sigue cuando, por parte de los miembros del cuerpo, se utiliza el arma reglamentaria».
