La banca desvela el mapa de los pisos ‘chollo’ de Galicia

Los bancos tiran los precios ante el 'stock' de vivienda en la costa gallega; a pesar de que el crédito vuelve a fluir tímidamente, las entidades financieras se cuidan de prestar a promotores de segundas residencias y de municipios costeros

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Por un precio similar al que puede tener un coche de gama media, cualquier persona puede ser propietaria de una vivienda en la costa gallega. Tras el boom de la construcción, municipios como Foz, San Cosme de Barreiros o San Miguel de Reinante en Lugo, y Corme, Ares o Brión en A Coruña, acumularon un gran stock de vivienda del que todavía tratan de deshacerse tirando los precios.

Así, podemos encontrar decenas de viviendas en las provincias de A Coruña y Lugo, que son las que concentran un mayor número de promociones terminadas sin ocupar, por debajo de los 50.000 euros. Gran parte de ellas se comercializan a través de las inmobiliarias de los bancos –Aliseda, la del Popular, se lleva la palma, seguida de Altamira, del Santander–, pero también a través del Sareb, o banco malo, que cuenta con una buena cartera de promociones con precios rondan los 40.000 euros para viviendas de dos dormitorios y con una superficie media de 60 metros cuadrados.

Los bancos, por debajo de 100.000

Según los datos del portal inmobiliario Idealista, donde se pueden encontrar pisos en localidades como Corme, Foz, Catoira o San Cosme de Barreiros que ni siquiera alcanzan los 30.000 euros, el tipo de municipio que concentra más viviendas de banco es el que tiene entre 5.000 y 20.000 habitantes (el 29% del total), seguido por las localidades de entre 20.000 y 50.000 habitantes (22%).

Sin embargo, las viviendas que se comercializan en Galicia a precios bajos, las que se sitúan en municipios de menos de 5.000 habitantes, encajan con el 15% restante. Únicamente el 3% del total se localiza en los de menos de 1.000 personas.

De todos los pisos anunciados, señala Idealista, el 59% presenta un precio inferior a los 100.000 euros, mientras que los que cuestan entre esta cantidad y los 150.000 euros suponen el 23% de la base de datos. Les siguen las viviendas de entre 150.000 y 200.000 euros con el 10%, y las de entre 200.000 y 300.000 euros con el 6%. Sólo el 2% de los inmuebles cuenta con un precio superior a los 300.000 euros.

Demanda artificial

Desde la Asociación Provincial de Promotores Inmobiliarios de A Coruña (Aproinco), Juan José Yáñez, su secretario general, certifica que el problema del stock de viviendas se concentra en ayuntamientos como San Cosme de Barreiros o San Miguel de Reinante en Lugo, y Ares, Boiro, Corme, Miño o Ribeira en A Coruña, que aprovecharon los años de bonanza para construir por encima de una demanda, dirigida sobre todo a segundas residencias, «que ni entonces ni ahora existía».

Con el paso del tiempo, los promotores se han vuelto más cautos, o al menos la falta de crédito les ha parado los pies. Como apunta Yáñez, desde 2014 las entidades financieras empiezan a apostar tímidamente por el sector, «por ahora de una manera muy prudente, y en lo que se refiere a segundas residencias, todavía más».

Competencia salvaje

Sin embargo, matiza que «en aquellos municipios donde se cometieron excesos hace diez años y donde todavía no se ha drenado ese stock, evidentemente es complicado empezar una promoción porque tiene una competencia absolutamente desleal de las antiguas promociones, algunas de las cuales ni siquiera se llegaron a comercializar».

«Están tirando los precios», señala, y con eso no se puede competir. Lo hacen en promociones «que ya no se deberían ni haber empezado» y cuya «única salida» es situar los precios en niveles nunca vistos y «en algunos casos» incluso por debajo de costes.

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