KPMG hizo un “diagnóstico acelerado de la fusión”, no una auditoría

Miembros de la firma niegan haber seguido indicaciones de la Xunta

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Aunque con bajas destacadas, la comisión de investigación de la fusión de la cajas gallegas continúa en el Parlamento. Este jueves los dos miembros de la auditoria KPMG, que coordinaron el informe realizado en diciembre de 2009 a petición de la Xunta han sostenido que no realizaron una “auditoría” sino un diagnóstico acelerado sobre la situación de las cajas.
Carlos Trevijano y Francisco Gilbert han considerado que el principal causante del fracaso de la operación fue “la crisis”, lo que derivó en cambios normativos que tuvieron “un impacto relevante” en la fusión.

Durante su comparecencia, y debido a las críticas que ha suscitado el informe, los dos miembros de KPMG han sostenido que el objetivo no era “certificar la imagen fiel” de los números de las entidades, sino hacer una “proyección a futuro” en la que no “entregaba ni se podían hacer otros modelos de integración” diferentes a la unión de las cajas gallegas “ni los pros y los contras”. El trabajo se desarrolló en diciembre de 2009 y las conclusiones se presentaron en enero de 2010.

El encargo de la Xunta, ha puntualizado Trevijano, planteaba la pregunta de si el proyecto de fusión podía acudir a las ayudas del FROB, lo que «lleva implícita la viabilidad», porque el acceso a esos fondos imponía ciertas condiciones en este sentido. «No estudiamos otras opciones», insistió.

Información sin verificar

Ambos han incidido en que se trató de un «diagnóstico acelerado», como consta en sus conclusiones, y no se trataba de una auditoría porque la información de las cajas se tomó de las fuentes sin proceder a una verificación, porque este no era el objetivo.

Además, el análisis preveía una segunda parte, que no desarrolló KPMG. «Posteriormente se han realizado otros informes que desconocemos y entendemos que sirvieron para profundizar y detallar nuestras conclusiones», han indicado, aludiendo, sin mencionarlos, a los trabajos de Deloitte y Price Waterhouse Coopers.

También han recalcado la «seriedad» de la metodología, la «magnitud y rapidez de los cambios» que se produjeron posteriormente en la regulación y la situación de la economía. En este sentido, han indicado que los nuevos requisitos de provisiones y capital para las cajas implicaban necesidades adicionales de 5.200 millones de euros para las entidades gallegas.

En respuesta a preguntas de los grupos parlamentarios, los representantes de KPMG han explicado que el proyecto sí preveía que, en la devolución de las ayudas del FROB, se hiciese una emisión de preferentes por 351 millones de euros y «acudir al mercado mayorista».

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