Ferreiro se sienta con todos menos con los presidentes de los empresarios y de la Autoridad Portuaria

Esta semana han pasado por María Pita ilustres como Juan Carlos Escotet, propietario de Abanca, visita que se sucede a otras tantas de responsables vecinales y plataformas como la de Bens. La agenda de Xulio Ferreiro, el flamante alcalde coruñés, es apretada. Este jueves le tocó el turno al presidente del Deportivo, Tino Fernández, encuentro que siguió al que mantuvo el regidor a primera hora con responsables de IFFE, el grupo que perdió el concurso convocado para adjudicar la Fábrica de Armas, que acudió a María Pita con una delegación de empresarios chinos.

Ferreiro también tuvo tiempo este jueves de recibir a la Asociación de la Prensa. En esa vorágine de primeros encuentros del nuevo alcalde de A Coruña hay llamativas ausencias en estas semanas, encuentros que tampoco tienen fecha en la agenda oficial. Una de ellas es la de Antonio Fontenla, presidente de la Confederación de Empresarios de A Coruña (CEC). Precisamente, este jueves Ferreiro ha anunciado que el Concello retirará la demanda que el anterior Ejecutivo municipal, del Partido Popular, había presentado ante el Tribunal de Cuentas por el caso Someso, la urbanización proyectada en la etapa de Francisco Vázquez y que tenía entre sus promotores a la empresa del propio Fontenla.

Enrique Losada, también pendiente

Otro de los encuentros pendientes es el del alcalde y el presidente de la Autoridad Portuaria de A Coruña, Enrique Losada. De momento, y con todos los asuntos que tiene el puerto sobre la mesa (proyecto de Langosteira, enajenación de los muelles interiores, remate de La Marina…), las conversaciones entre autoridad portuaria y concello se circunscriben a escala técnica, entre funcionarios y concejales.

Es precisamente el anuncio de modificación del Plan General en lo que respecta al bloqueo a la venta de suelo portuario lo que puede levantar una pared casi infranqueable entre Losada y Ferreiro. Al fin y al cabo, el presidente de la AP de A Coruña fue nombrado por el PP y era un estrecho colaborador de Carlos Negreira.