Feijóo no se mueve: el estado de alarma “daña la reputación” de España

El presidente rechazará el estado de alarma de Sánchez pese a la petición de Urkullu y le reprochará que no haya reformado la ley

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

La situación en España es tan excepcional que incluso Íñigo Urkullu y Alberto Núñez Feijóo no se ponen de acuerdo. Al menos en la urgencia de recurrir al estado de alarma para poder endurecer las restricciones ante el avance de la pandemia.

Este viernes, el lehendakari solicitó formalmente al Gobierno la aplicación de la medida de excepción en todo el Estado, pero todo apunta a que la Xunta, aún admitiendo que son necesarias restricciones más duras, se posicionará en contra.

El coste reputacional

Fuentes del Ejecutivo gallego aseguran que se mantendrá la misma postura que a lo largo de la semana a pesar de que una decena de autonomías, ocho del PSOE además de País Vasco y Cataluña, han pedido a Pedro Sánchez el estado de alarma.

Y esta postura no es otra que el rechazo a esta medida, pues están «a favor» de establecer restricciones de la movilidad y de diferentes actividades, así como de actuar «con contundencia» frente al Covid-19, pero «sin tener que recurrir» al estado de alarma.

 «Se debería poder actuar con contundencia y con garantías sin tener que recurrir a un mecanismo extraordinario y excepcional», dicen fuentes del equipo de Núñez Feijóo. Alegan que la declaración del estado de alarma «tiene un coste reputacional enorme para una España ya muy dañada por la pandemia y su gestión».

Un “clamor” jurídico

Hace meses, desde que la primera ola de coronavirus comenzó a remitir, la Xunta ha pedido a Sánchez una reforma de la ley sanitaria para adaptarla al coronavirus, de manera que facilite que se puedan limitar derechos fundamentales por motivos sanitarios con agilidad y sin temor a que un juez anule las medidas. El Gobierno gallego llegó a remitir al Ejecutivo central una propuesta de reforma de la Ley Orgánica de Salud.

«Hemos perdido seis meses en los que podíamos estar listos para actuar ante esta segunda ola. Necesitamos una ley sanitaria para resolver un problema sanitario, una ley para la pandemia», remarcan las mismas fuentes. “Es casi un clamor en el ámbito jurídico”, insisten.

Tras reiterar su negativa a que las limitaciones para frenar al coronavirus pasen por un nuevo estado de alarma, la Xunta insiste en que «siempre» fue «partidaria de anticiparse y de tomar las medidas que sean necesarias» con «importantes restricciones» en el territorio gallego, a pesar de que la incidencia de casos era «muy inferior» en Galicia que en otras autonomías.

Y todo ello se adoptó, finaliza la Xunta, «siempre a través de medidas sanitarias y no de excepción» como un estado de alarma, de excepción o el toque de queda.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp