En el Parlamento gallego también se rompen fotos del rey

No es un gesto nuevo. Ni siquiera un escenario del todo novedoso. El diputado del BNG, Luis Bará, que fue alto cargo del Gobierno bipartito en la Xunta, rompió en el atril del Parlamento un retrato del rey Felipe VI. El acto denunciaba la interpretación “represiva” de los delitos de incitación al odio y enaltecimiento del terrorismo, tras las últimas condenas a raperos como Pablo Hasel o Valtonyc.

Bará defendió, mientras mostraba las fotografías, que «romper este retrato» no es un delito, sino el «ABC de la democracia», y añadió que no lo podía quemar por estar «en un espacio cerrado». Una acción similar llevaron a cabo los diputados de la CUP en el Parlament de Cataluña.

Y a Cataluña hizo referencia el diputado nacionalista para recordar principios como la libertad de expresión y el pluralismo. Aludía a la condena a España por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) en relación a los jóvenes catalanes Jaume Roura Capellera y Enric Stern Taulats.

La Audiencia Nacional había impuesto a estos dos jóvenes 15 meses de cárcel en 2008 por un delito de injurias a la Corona –una pena que fue sustituida por multa de 2.700 euros– por quemar una foto de los Reyes tras una manifestación en Girona.

El PP responde y rompe una foto de Otegi

La iniciativa del BNG, que incluía también instar al Gobierno central a derogar la conocida como Ley Mordaza, fue rechazada por los votos del PP, con mayoría absoluta en la Cámara. Pero los populares también tuvieron respuesta para el gesto. El diputado Alberto Pazos, tras llamar a Bará “el nuevo James Dean del nacionalismo gallego”, rompió una foto de Arnaldo Otegi, en la que estaba acompañado del propio Bará y de los nacionalistas Noa Presas y Rubén Cela.

En un movimiento dramatizado, Pazos aseveró mientras quebraba la imagen que “de un lado están los demócratas y del otro los terroristas”. «Mientras no la rompa, no le admitimos ni una sola lección», resolvió.

Lecciones de cine

Bará replicó que es más de James Bond que de James Dean, comparando al diputado popular con Danny DeVito y abriendo paso a una disertación sobre los, a su juicio, ramalazos autoritarios del Estado español. «No hay separación de poderes ni garantías democráticas. Son el ridículo y la desvergüenza en el mundo. Se lo están diciendo todos los días», recalcó.

En esta línea, ha dicho a Pazos que los populares «pueden» acusarles «de lo que quieran», ya que «no les cree nadie». «El problema del Estado español es que no da la talla a nivel europeo, no está a la altura de los estados normalizados y consolidados. Están compitiendo con Turquía para ocupar los primeros puestos del ránking de estados que persiguen y reprimen derechos fundamentales», concluyó.